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Harvard logra almacenar un libro en ADN

Estudiar y desarrollar métodos alternativos para almacenar información es algo más que necesario. La demanda de espacio es cada vez más grande, y los métodos convencionales, más allá de ser conocidos y perfeccionados, comienzan a exponer algunos límites fundamentales. El concepto de almacenar información en ADN no es del todo nuevo, pero un nuevo desarrollo del Instituto Wyss en la Universidad de Harvard podría convertirlo en algo revolucionario. Utilizando un libro como referencia, lograron alcanzar una densidad de 5.5 petabits en apenas un milímetro cúbico de ADN, aumentando en 1.000 veces la densidad registrada previamente.

Hablar de tener “demasiado espacio” disponible no parece razonable en estos días. Es decir, si quieres crear una imagen de un disco Blu-ray ya sabes que estás en un promedio de 25 gigabytes, dependiendo de su contenido. ¿Pero qué sucede con el almacenamiento a largo plazo? La tecnología que utilizamos hoy tiene importantes límites físicos, y eventualmente la información debe ser trasladada de un medio a otro. Por otro lado, tenemos al ADN. El ADN podrá ser esencial para la vida, pero también es increíblemente denso. A modo de comparación, el Proyecto del Genoma Humano necesitó trece años y 280 mil millones de dólares para completarse. Diferentes estudios ya han explorado antes la posibilidad de utilizar ADN como un medio de información estable, sin embargo, lo que ha creado el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard podría ser la clave para un uso mucho más avanzado.

George Church y Sriram Kosuri, los responsables de este desarrollo, lo explican en términos muy accesibles: Para “leer” al ADN, hay que secuenciarlo, y gracias al avance tecnológico podemos hacerlo cada vez más rápido. La velocidad es necesaria por la impresionante densidad del ADN: Apenas cuatro gramos de ADN podrían almacenar (en teoría) cerca de 1,8 zettabytes (el total de información digital global generada en 2011). En esencia, las bases del ADN (A, T, C y G) son convertidas en unos y ceros (1 para T y G, 0 para C y A), y almacenadas en bloques de 96 bits, con bloques de 19 bits al comienzo que asisten al proceso de reconstrucción de datos. Los datos de referencia estuvieron basados en la versión HTML de uno de los libros de Church.

Aún así, el proceso en su conjunto es todavía demasiado lento como para asignarle un uso frecuente y cotidiano, por lo que el ADN estaría (de momento) mejor calificado para el almacenamiento de información cuya preservación a largo plazo sea más importante. Estamos hablando de una densidad de 5.5 petabits en un milímetro cúbico. Considerar soluciones prácticas basadas en ADN sería un poco apresurado (teniendo en cuenta las limitaciones actuales), pero muchas cosas tuvieron inicios descabellados, para convertirse en tecnología probada y estable algunos años después.

Escrito por Lisandro Pardo

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