A simple vista nos hace recordar a los drones de la película Oblivion, y tal vez en un futuro lejano puedan compartir varios aspectos, pero la esfera robótica GuardBot tiene como objetivo actual desplazarse por tierra y mar para explorar objetos, estudiar el campo de batalla, y por qué no entregar paquetes explosivos en ubicaciones específicas.
Al imaginar un robot, lo que hacen muchas personas es darle una forma humanoide en sus mentes. Se trata de una línea de pensamiento perfectamente natural, pero lo cierto es que la robótica puede adoptar diseños y variantes que no están entre nuestras prioridades. A modo de ejemplo, más de uno quedó sorprendido con el robot que se mueve como un balón en el trailer de Star Wars VII. Las malas lenguas dicen que su existencia es una petición de Disney para colocarlo en la famosa Cajita Feliz de McDonalds, aunque esa sería otra historia. El punto es que un robot no necesita piernas, alas, orugas o ruedas para hacer su trabajo. De hecho, su formato podría ser el de una esfera que se balancea automáticamente. Dicho eso, bienvenidos al GuardBot.
Sistema de propulsión basado en movimiento pendular, estabilización avanzada de nueve ejes, dos cámaras integradas, y la capacidad de subir por terreno con 30 grados de inclinación dan sustancia a las especificaciones principales del GuardBot. Su diseño anfibio le permite pasar de tierra a mar y viceversa en cuestión de segundos. Cuando se encuentra en el agua, la velocidad máxima del GuardBot es de unos 6.5 kilómetros por hora, pero una vez que tiene “los pies secos”, se incrementa a 32 kilómetros por hora. Uno de los mejores aspectos del GuardBot es que sus creadores pueden cambiar la escala del robot, y producirlo con apenas diez centímetros de diámetro, o un máximo de 2.7 metros si es necesario (el próximo prototipo en la lista será de 1.8 metros). El GuardBot demandó siete años de desarrollo, combinando los esfuerzos de la compañía GuardBot Inc. estacionada en Stamford, y los de la naval estadounidense.
El GuardBot registra altos niveles de maniobrabilidad en comparación con otros robots, puede ser equipado con sensores de precisión, y en los casos más extremos, cargado con explosivos. Todavía no estamos seguros de sus potenciales aplicaciones en el campo de batalla, pero todo apunta a un rol secundario, brindando apoyo a fuerzas especiales. El futuro del GuardBot nos habla de autonomía, o algo tan simple como colocar el dedo sobre un mapa y que la esfera robótica interprete la orden de inmediato. ¿Cuánto habrá que esperar para eso? Entre ocho y diez meses más.
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