Un profesor de la Universidad de Columbia cree que convirtiendo los rascacielos en granjas urbanas se podría reducir el calentamiento global y hacer más limpia a Nueva York. Según el profesor de ciencias ambientales y microbiología de la Universidad de Columbia, Dickson Despommier, transformar los rascacielos en granjas verticales de cultivo podría ayudar a combatir el calentamiento global. Imaginemos por un momento un grupo de unos 30 rascacielos de los que abundan en Nueva York produciendo frutas, vegetales y granos, a la vez que generan energía limpia y purifican las aguas servidas. ¿Suena bien, verdad?
Despommier cree que con 150 rascacielos convertidos en granjas de este tipo se podría alimentar a la ciudad durante un año. Las granjas serian autosustentables, y no implican una reestructuración demasiado radical de los edificios.
Dickson comenzó a desarrollar este proyecto hace seis años, y ha contactado con científicos e inversores desde Holanda hasta Dubai, que se han mostrado interesados en implementar sus Centros de Agricultura Urbana Sustentable. Estima que en un plazo de cinco a diez años su sueño podría convertirse en realidad, con el primer rascacielos convertido en granja.
El proyecto contempla un sistema de cultivo intensivo, sin emplear casi tierra, tal como las “granjas hidropónicas” que en algún momento parecían la solución al problema del alimento de los astronautas. Despommier propone utilizar un eficiente sistema de riego, que aproveche las aguas servidas del edificio. Estas aguas serian depuradas por la bioenergía producida por los desechos de la granja. Sin llegar a ser un sistema 100% cerrado, sus cálculos muestran que este tipo de cultivo seria autosustentable y además proporcionaría energía limpia para el funcionamiento de todo el edificio. También se reduciría la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, con lo que el efecto invernadero se vería reducido notablemente.
Si no hay cambios en la tasa de crecimiento actual, la población mundial hacia 2050 seria de unos 9.200 millones, unos 3.000 millones mas que hoy. No será sencillo alimentar toda esta gente, que mayormente residirá en centros urbanos. La alternativa propuesta por Despommier evitaría el tener que destinar al cultivo tierras ocupadas por selvas vírgenes.