Caminas una noche sin luna por un oscuro callejón, en el medio de una ciudad desconocida. Al principio, y creyéndole al mapa, creíste era un atajo. Luego, perdido y desorientado, ya estabas seguro de eso. Si, un atajo… ¡pero al infierno! De un lado y del otro del angosto pasillo las casas lucen sin vida, sumidas en silencio y quietud sepulcral. Detrás, a medida que avanzas a paso temeroso, vas dejando nada más que niebla y oscuridad. No sabes cómo te hiciste el coraje para pasar por una negrura tan densa, pero estás seguro que no volverías a hacerlo nunca más. Para adelante, solo para adelante, como si las sombras te persiguieran. Casi al borde de la desesperación, luchando contra la densa niebla que inundaba el lugar, unos rayos de luz auguran una salida allí adelante. ¡Esperanza!
Caminas unos metros más, y no… no parecen ser las luces de la calle principial. ¡Es un comercio! ¡Y está abierto! Al llegar frente a la vidriera, tu terror deja lugar al asombro: ¡una juguetería! ¡Una bella juguetería, con artículos que parecen salidos de otros mundos! Iluminada como un circo. pero con intachable buen gusto, y con un cartel multicolor que lee “Grand Illusions” sobre la puerta de entrada semiabierta, que te invita a ingresar. Extraños juguetes de otros tiempos y dimensiones se pasean por las vidrieras, evocando cálidas memorias de tu infancia. Ya no sientes miedo. ¡Solo dicha! Sin dudarlo, y ya desinteresado por encontrar la salida, entrás al lugar, que te recibe con luz y calor. Atrás quedó la duda y el horror. La juguetería rebosa de juegos y juguetes de todo tipo. Curiosidades que nunca soñaste que existían, que ahora están ahí, todas juntas, bailando para tí. Del otro lado del mostrador, sin un rastro de malicia y con voz suave y amable, un viejito excéntrico te saluda alegremente: “¡Bienvenido a Grand Illusions!”
Eso es lo que me evoca Tim Rowett, el gentil anfitrión del canal Gran Illusions. Pues me resuena de la misma manera que el mercader oriental que le vendío el Mogwai a Randall Peltzer, en la clasiquísima Gremlins. Un verdadero caballero, que parece salido de alguno de los mejores capítulos de La Dimensión Desconocida. Y es que Grand Illusiones es un verdadero oasis lúdico de extrañezas y curiosidades, entre todo el vacío y oscuridad que pulula y nos persigue por Youtube. Un canal de calidad, en el que Tim se toma el tiempo de explicar cómo funcionan los juguetes y curiosidades de su colección.
Con más de 25.000 piezas en su colección, entre juguetes, chucherias y extrañezas varias conseguidas a lo largo de 50 denodados años, Tim tiene canal para rato. Retirado al día de hoy, viviendo solo en un piso en la ciudad de Twickenham, Tim es un tipo reservado, que no está en YouTube por la gloria, sino para mostrar su asombrosa colección. Los videos de Grand Illusions no suelen ser muy largos, y en cada uno “el juguetero” nos explica y muestra cómo funciona cada una de sus rarezas, incluso explicando el contexto en el que fueron creadas, y todo con un insuperable acento inglés, con paciencia y verdadero disfrute.
Tim, además de coleccionista, es un experto narrador y un asombroso prestidigitador. Sus videos, simples en apariencia, tienen mucho trabajo detrás. Se filman en un pequeño estudio y son producidos y editados por dos veteranos de la BBC, que se asociaron con Tim para ver qué tal les salía la aventura 2.0. Con 447.346 suscriptores y más de 116.557.740 millones de vistas totales, se puede decir que esa aventura fue todo un éxito, más si tenemos en cuenta que muchos de los juguetes que Tim muestra en cámara se pueden comprar en la tienda online del canal. ¡Caching!
Si eres de esos que “colecciona” buenos canales en YouTube, de los que les gusta separar la paja del trigo, escapándole a los lugares comunes y a los niños con más ego que talento, las vidrieras llenas de maravillas de Grand Illusions son un paseo obligado. ¿Quieres más recomendaciones para YouTube? Degustaciones de raciones de supervivencia, un noruego loco, tecnología primitiva y una prensa hidráulica. ¡Que los disfrutes!