Tuvimos que esperar seis años, pero finalmente la PlayStation 3 tiene un Gran Turismo oficial en su catálogo. Gran Turismo 5 tuvo una historia de desarrollo muy dramática, pero ahora que tuvimos la oportunidad de probarlo, fuimos testigo del destino de todo ese esfuerzo, tiempo y dinero. Más allá de los problemas y limitaciones, este título es el mejor simulador del mercado, con un motor de físicas que no tiene comparación.
Justamente hace tan solo unos días explicábamos la problemática con el desarrollo de Splatterhouse, pero en comparación con la de Gran Turismo 5, no tuvieron ningún tipo de problema. La compañía japonesa, Polyphony Digital, ha estado desarrollando este título desde 2004 y han fallado en entregarlo todas las veces que anunciaron una fecha de salida oficial, algo que ocurrió muchas veces. Lo peor de todo es que la PlayStation 3 nunca ha tenido un Gran Turismo oficial, sin contar Gran Turismo 5 Prologue, que obviamente fue la respuesta a los fanáticos impacientes que, con razón, pedían el juego.
Siempre se dijo que más allá de todos los juegos de carrera que salieron en estos seis años, el verdadero simulador de coches es Gran Turismo. Y ahora que lo tenemos aquí podemos ver por qué lo tratan tan diferente al resto. Forza MotorSport 2 y Need for Speed: Shift tienen su propio estilo, pero a la hora de hablar de simulación, nadie lo hace mejor que esta serie. Y se nota desde el primer momento que te subes a un coche. Todos los vehículos licenciados se manejan de un modo completamente diferente, pero todos se sienten realistas, con el peso del auto acompañando cada uno de tus movimientos mientras doblas, aceleras o frenas. Esto es algo que Shift intentó hacer, pero en vez de concentrarse en las físicas reales de cada auto, terminaron solo con efectos visuales que representaban fidelidad, en vez de físicas verdaderamente realistas.
Y esto, aunque muy realista, hace las cosas aún más difíciles en un principio. Porque al sentir el peso del auto, se hace mucho más complicado saber cuándo comenzar a doblar y cuándo volver a acelerar. A la vez, el desafío no es nada nuevo en Gran Turismo. De todos modos, no creas que este sistema de la física es puramente estético, sino que también aporta a la jugabilidad, porque en ciertos momentos puedes sentir como que estás pidiendo demasiado de cierto coche. En caso de que aceleres antes de tiempo o pases mal los cambios, el coche lo sentirá y tú también.
Está claro que Gran Turismo es para quienes aman cada aspecto de los coches. Los modelos están representados con un nivel de detalle ridículo, al punto donde son idénticos por dentro y por fuera. En total, hay 1,000 coches para elegir entre todas las disciplinas y, 200 de ellos, tiene un tratamiento especial para verse idénticos a sus contrapartes reales. Y es por estas razones, la atención al detalle y demás, que nunca tuvieron problemas en llegarle al fanático fiel de la serie. En cambio, son aquellos que no están tan interesados en los coches a los que les cuesta atrapar, pero para esta entrega, Polyphony hizo ciertos cambios en favor de simplificar y facilitar el manejo para otro tipo de jugadores.
Es una lástima que con una mecánica de manejo tan gratificante (a la larga), no haya una mejor campaña principal para quienes están dispuestos a invertir más de 30 horas en ella. Como en la mayoría de los Gran Turismo, la campaña no es más que una senda de desafíos en distintas disciplinas con una voz en off que guía al jugador. A medida que ganes carreras podrás mejorar tus coches y acceder a mejores licencias eventualmente, pero no hay nada que te motive a hacerlo. Este ha sido un problema constante en la serie y sigue siendo una de las prioridades que continuan ignorando.
Habíamos mencionado que Forza MotorSport 2, más allá de su éxito, tiene otro estilo. Y esto se nota en las opciones de personalización que ofrece Gran Turismo 5. Muy lejos de lo que ofrece Forza, aquí solo puedes mejorar lo que se encuentra debajo del capó, con distintas capas de mejoras, aunque es extraño que no se puedan mejorar los frenos. A la hora de hablar de personalización estética, no va más allá de elegir un nuevo color para el cuerpo y las ruedas del coche. Tal vez a muchos les sorprenda las pocas opciones, pero volviendo al primer juego de la serie en la PlayStation original, Gran Turismo nunca fue sobre eso, sino sobre la experiencia de manejar distintos coches y dominarlos.
Y aunque nos quedamos sin palabras a la hora de describir los coches de Gran Turismo 5, eso no quiere decir que gráficamente es perfecto. Todo lo contrario, con tantos coches viéndose tan bien, se nota aún más cuando hay texturas de baja resolución en aquellos vehículos que no están dentro de la nómina de 200 especiales. No solo tienen texturas sin vida, sino que el aspecto del interior del coche es genérico. No es que sea algo muy negativo, pero cuando vemos el detalle que tienen algunos coches, el resto parece de un nivel mucho menor.
En el modo en línea, no hay muchas opciones, pero definitivamente es una experiencia funcional, que hace exactamente lo que tiene que hacer sin muchos problemas. Puedes elegir entre 16 coches y solo existe un modo por el momento. Pero en un juego de carrera como este, realista, no puedes pedir mucho más. Por ejemplo, puedes jugar una carrera de 30 vueltas que te va a tomar mucho tiempo, pero es extremadamnente gratificante si terminas en los primeros puestos.
En definitiva, Gran Turismo 5 se mantiene como el mejor simulador del mercado, pero no llega a ser más que eso. Las opciones que ofrece además del excelente control de los vehículos son muy limitadas y están mal pensadas. Pero esa falta de contenido no es suficiente para que ignoremos el nivel de realismo que han alcanzando con el motor de físicas y la apariencia de muchos de los coches. Simplemente no tiene comparación en la actualidad. Luego de tantos años de espera, puedes conseguir Gran Turismo 5 exclusivamente para PlayStation 3 por €64,98.
Puntaje: 84%
Conclusión: Un excelente simulador, en un paquete con muy poco brillo.
