La paradoja de Fermi hace una pregunta sencilla: ¿Dónde están los extraterrestres? Si el universo es tan grande, tiene tantos planetas similares a la Tierra, y ha existido por miles de millones de años, entonces debería existir alguna evidencia de vida inteligente allá afuera… pero no la hay. Diferentes hipótesis buscan explicar la paradoja de Fermi, y una de las más perturbadoras es la del Gran Filtro: Uno de los escalones en el ascenso evolutivo de una especie es casi imposible de superar, y las formas de vida están esencialmente condenadas a desaparecer.
En noviembre pasado exploramos el concepto de «emergencia», un fenómeno que permite la creación de estructuras complejas a partir de elementos simples, algo fundamental para el desarrollo de la vida. Hasta ahora, la Tierra es el único planeta en todo el universo donde eso ha sucedido. Nuestra capacidad de búsqueda es muy limitada, pero si consideramos el tamaño del universo, su edad, el número de estrellas, el número de planetas en general, y el número de planetas con una órbita compatible (la llamada «zona habitable»), la vida debería ser mucho más abundante y fácil de localizar. Sin embargo… el universo está muerto, o al menos, eso aparenta. ¿Por qué?
Una de las hipótesis más llamativas es la del Gran Filtro, propuesta por el economista (sí, economista) Robin Hanson. El Gran Filtro sugiere que hay «algo» impidiendo el desarrollo masivo de la vida, más allá de la situación en la que se halla la humanidad actualmente. Al mismo tiempo, el Gran Filtro instala dos escenarios para nuestra especie: O contamos con una ventaja extra (puede haber sido pura suerte) que nos permitió dejar el Gran Filtro atrás y ser los primeros en lograrlo… o se encuentra en nuestro futuro y nos vamos a convertir en polvo. Ambos escenarios cargan con un desafío, y es la falta de información. Si el Gran Filtro ya quedó a nuestras espaldas, no sabemos cuál fue el «punto crítico» que habilitó su cruce, y si se ubica en el futuro, además de ser mucho más peligroso, podría adoptar diferentes formas.
Aún así, el Gran Filtro está obligado a ser absolutamente devastador, más allá de toda duda. De lo contrario, si existe una remota posibilidad de sobrevivir y recuperarse, no califica como Gran Filtro. Una de las ideas más oscuras del Gran Filtro es que cuando una especie toma el control del planeta, su camino a la autodestrucción es inevitable. Guerras termonucleares a gran escala, nanomáquinas fuera de control, inteligencia artificial consciente que ve a la vida orgánica como irrelevante, manipulación genética excesiva, y la propia competencia natural contra sí misma de la especie están en dicho camino. Para finalizar, el vídeo de Kurzgesagt presenta algo muy preocupante: Cuanto más abundante y compleja sea la vida en el universo, mayor es la probabilidad de que el Gran Filtro se manifieste en el futuro. Entonces… ¿realmente queremos encontrar extraterrestres?
