En el pasado hemos visto estudios que exploraron la posibilidad de transferir o extraer datos de un sistema utilizando sonido con fines maliciosos. Si bien es una vía de ataque con múltiples limitaciones y una larga lista de requerimientos, al parecer existe cierto potencial beneficioso detrás de esa técnica. Google ha decidido aplicarla en una curiosa extensión para Chrome llamada Tone, que permite compartir enlaces entre ordenadores generando un sonido específico.
Supongamos que alguien te pide el enlace a una página. Lo más común es compartirlo por correo o a través de un mensajero. Buscarlo en Google no es una opción si el enlace es privado, lo que nos lleva a una sola conclusión: Compartir enlaces es más complicado de lo que debería. Ahora, traslademos esto a un entorno colaborativo. Hacer una pausa para compartir enlaces con archivos y documentos puede generar una notable pérdida de tiempo, y nadie quiere eso. Con eso en mente, un grupo de ingenieros bajo el ala de Google diseñaron en una tarde el primer prototipo de Tone, una extensión compatible con el navegador Chrome que comparte enlaces entre ordenadores emitiendo sonidos.
Básicamente, el funcionamiento de Tone es similar al de nuestra voz. Incluso trabaja con niveles de volumen muy bajos o en sesiones de Hangouts, pero el objetivo no es atravesar las paredes. La primera versión era muy eficiente, aunque generaba un sonido espantoso, por lo que el siguiente paso fue llevar parte del mecanismo de Tone fuera del rango auditivo humano. El sistema también incluye tecnología DTMF, que ayudó a mejorar la calidad de recepción entre varios micrófonos, optimizados de fábrica para capturar voz. Aún así, Google Tone debe rendirse a múltiples variables. Desde la posición del ordenador hasta la sensibilidad del micrófono, pasando por las propiedades acústicas de la habitación, el volumen de los altavoces y los ruidos externos, todos afectan el rendimiento.
Google Tone es una extensión experimental, y como tal es lógico encontrar algunos bordes filosos. Todavía no estamos seguros por qué, pero Tone requiere ingresar a nuestra cuenta de Google antes de compartir enlaces, y si el ordenador no puede «escucharse a sí mismo» cuando emite el sonido, presentará un mensaje de error. A esto se suman ciertos cuelgues inesperados bajo Chrome 42, que deberían solucionarse con una sencilla actualización a Chrome 43.
