¿Pensando en ir a la tienda a comprar algo? Puede que en el futuro solamente tengas que subirte a un taxi sin un conductor, y dejar que te lleve hasta el lugar que necesitas, gratis. Una reciente patente otorgada a Google explora el concepto de un servicio de taxis basado en publicidad, con ofertas personalizadas que de ser aceptadas garantizan un viaje sin costo, o con amplios descuentos.
Desde que la Web comenzó a hacer de las suyas, los métodos para promocionar productos necesitan reinventarse casi constantemente. Un ómnibus cubierto de un extremo al otro con un anuncio, campañas virales, una posición agresiva en las redes sociales… lo físico y lo virtual se mezclan a toda velocidad, y aunque los resultados no siempre son buenos, a veces surgen cosas que nos dan mucho de qué hablar. Como ya sabemos bien, una de las piedras fundamentales de Google es la publicidad. A través de sus servicios es posible encontrar toda clase de anuncios… ¿pero qué sucedería si uno de ellos te ofreciera llevarte gratis hasta la tienda? Eso es exactamente lo que explica la patente designada US8630897, presentada por Google en la oficina estadounidense de patentes el 11 de enero de 2011, y otorgada de forma efectiva el pasado martes 14.
Una serie de algoritmos interpretaría diferentes parámetros sobre el usuario, como su ubicación actual, los sistemas de transporte disponibles en la zona y la ruta exacta a seguir antes de ofrecer un anuncio (vía smartphone o en estaciones dedicadas) que incluya un viaje en taxi gratuito. Desde el punto de vista de Google, la parte más complicada a la hora de realizar una venta para una tienda tradicional es que el comprador se acerque al lugar. Uno de los ejemplos presentes en la patente hace referencia a coches autónomos, algo en lo que el gigante de Mountain View lleva mucho tiempo trabajando. Como alternativa a un taxi que se conduce solo, aparecen cupones compatibles con otras variantes de transporte público, pero si el usuario trata de “abusar” del sistema, las ofertas de viajes gratis o con descuento serían retiradas. Aún así, la idea de fondo se mantiene intacta: Que dos o más compañías compitan por el espacio publicitario, para llegar al consumidor.