En mayo pasado, el gigante de Mountain View nos dio una muy buena idea sobre cómo se iba a ver su coche autónomo. Aquel modelo inicial era apenas un bosquejo, y ni siquiera tenía luces físicas tradicionales, pero hoy las cosas son diferentes. El primer prototipo ha sido completado, y me atrevería a decir que posee “cara de koala”, un detalle que definitivamente no es casualidad…
Además del aspecto técnico y de la siempre presente burocracia, el coche autónomo como conjunto tiene otro gran desafío por delante, y es el de superar el prejuicio humano. La cantidad de accidentes cuya responsabilidad directa pertenece a conductores humanos es escalofriante, sin embargo, todos sabemos bien que al primer error de cálculo hecho por un sistema autónomo se va a poner en duda toda la tecnología. Al otro lado del charco, los accidentes automovilísticos reclaman 30 mil vidas por año, y los números europeos no son mucho mejores que digamos. Lo que quiero decir con esto es que los coches autónomos probablemente merezcan su oportunidad ahora más que nunca. Y Google tiene listo al suyo, en forma de prototipo final. (El vídeo es de mayo).
La imagen superior lo hace parecer un juguete sacado de una Cajita Feliz (Happy Meal), algo que sin dudas fue hecho a propósito. Su velocidad máxima es de 25 kilómetros por hora, y los parámetros básicos de seguridad indican que el coche autónomo de Google tiene un andar bastante cauteloso, lo que podría fastidiar a otros conductores. Sin embargo, el hecho de que el coche posea una “cara” podría moderar la respuesta psicológica de los conductores más impacientes que sueñan con pasarlo por arriba. De más está decirlo, aún queda mucho espacio para optimizar sus sistemas. Un factor crítico en el coche autónomo es interpretar correctamente los gestos y movimientos de los peatones. El ser humano puede ser muy errático al momento de caminar, y los sensores integrados tienen la obligación de leer con exactitud su intención real a través de todo el caos.
A seguir esperando, entonces. El norte de California será uno de los primeros lugares privilegiados con la presencia del coche autónomo de Google, y todas las pruebas adicionales contarán con conductores remotos, usando controles manuales temporales si surge una situación (por ejemplo, condiciones meteorológicas muy adversas) que así lo demande.
