Aquellos usuarios acostumbrados a explorar el globo con Google Maps y Google Earth seguramente reconocerán que muchas de las imágenes presentadas se quedaron un poco «viejas» por así decirlo, tanto en fecha como en resolución. Desde que el satélite Landsat 8 fue lanzado en febrero de 2013, la gente de Google se ha dedicado a minar y procesar un petabyte de imágenes, más de 700 billones de píxeles, creando así la «versión digital» de la Tierra más detallada y libre de nubes hasta el momento.
En lo personal, siempre he encontrado más útil al modo «mapa» de Google Maps, pero de vez en cuando, pasar al modo «satélite» definitivamente tiene su atractivo. Algunos lugares poseen una belleza impactante, que merece ser visualizada como corresponde, sin etiquetas y en pantalla completa de ser posible. Claro que… el tiempo pasa, y con cada nueva actualización en Maps y Earth se vuelve más claro cuáles son las imágenes más recientes, y cuáles necesitan una nueva versión. Por suerte, el programa Landsat lanzó a su octavo satélite en febrero de 2013, y desde entonces no ha parado de tomar fotografías. La cantidad de datos obtenida a través de Landsat 8 es gigantesca, y Google no tuvo mejor idea que aplicar esos datos en una actualización masiva.
De acuerdo al anuncio oficial, el gigante de Mountain View procesó casi un petabyte de imágenes, o «700 trillones de píxeles», aunque la conversión de escalas vuelve a ese número 700 de nuestros billones. Imagino que muchos usuarios ya deben haber notado la diferencia. Después de todo, Maps registra más de mil millones de usuarios al mes. La actualización también reemplaza imágenes con líneas diagonales causadas por una falla en el hardware del Landsat 7, pero la verdadera magia de Google se encuentra en su «algoritmo de mosaico», que combina las imágenes de Landsat 7 y 8, además de eliminar las nubes. De más está decirlo, semejante proceso es extremadamente complejo, y demandó el poder de procesamiento de 43 mil sistemas en la infraestructura de Google.
Un detalle que debemos dejar en claro aquí es que la nueva actualización no afecta a las imágenes disponibles en el zoom máximo. De hecho, su efecto se puede apreciar hasta 100 kilómetros sobre el nivel del mar, mientras que las imágenes restantes están a cargo de otros proyectos, como los satélites de DigitalGlobe. En otras palabras, lo más probable es que tu barrio «siga igual» en Google Maps.