Es un tiempo de cambios en Internet, al menos en el aspecto que envuelve a las noticias en línea. La creciente escalada de hostilidad entre la prensa digital y Google está por alcanzar un punto crítico, y con un titán de los medios como Rupert Murdoch a la vanguardia, estamos convencidos de que nos hallamos a las puertas de uno de los conflictos de interés más grandes que se hayan visto en la red. Lo mejor es, obviamente, que no haya tal conflicto, y aunque para algunos esto pueda parecer equivocado, para otros es un intento por "desactivar la bomba". Google ha decidido finalizar el acceso ilimitado a noticias a través de su servicio Google News. Los usuarios podrán acceder a una cantidad limitada de noticias, pero luego serán dirigidos a un sitio especial en donde deberán pagar para obtener más contenido. La pregunta es: ¿Será suficiente?
La transición del papel a los bits está siendo especialmente difícil para muchos periódicos y publicaciones alrededor del mundo. Sólo basta con mirar un periódico promedio para comprender que la mayoría de sus ingresos proviene de la publicidad, pero en lo que se refiere a versiones digitales, esto sucede a una escala mucho menor. Como si eso fuera poco, los medios elevan sus gritos de protesta cada vez más al ver que Google recauda fortunas enteras a través de la publicidad, utilizando como medio a contenido que no fue ni creado ni desarrollado por Google. En otras palabras, muchos editores sienten que Google les está robando su material, y cobra dinero de publicidad en el proceso. Este ha sido el reclamo principal de Rupert Murdoch, quien después de haber tenido algunas expresiones ácidas hacia Google, declaró que hará todo lo posible por bloquear el buscador e impedir que el contenido desarrollado por sus empresas aparezca allí de forma gratuita. Murdoch desea que los usuarios/lectores accedan a su contenido directamente, y paguen por él sin intervención alguna por parte de Google.
Hasta aquí sólo parece otra batalla más por derechos de autor y/o distribución, sólo que a una escala monumental. Google ha declarado en su momento que, en vez de perjudicar al periodismo, está generando el efecto contrario, enviando cada vez más lectores a esos sitios a través de sus servicios. Sin embargo, las declaraciones no han solucionado nada, y se esperan acciones adicionales por parte de ambos lados. Por un lado, Google ha comenzado con quitar el acceso ilimitado a noticias a través de Google News. Aquellos que publican las noticias ahora pueden limitar la cantidad a cinco por usuario de Google News por día, y una vez excedido ese número, los usuarios deberán considerar alguna opción de suscripción para acceder a más material.
Obviamente, esto está muy lejos de lo que pretenden Murdoch y otros tantos, pero al menos Google ha reconocido el "problema" que las noticias están generando en estos últimos tiempos. Lamentablemente, esto no parece tener un final cercano. Se han barajado diferentes posibilidades, incluyendo a una alianza estratégica entre Microsoft y Murdoch. El gigante de Redmond podría alcanzar un acuerdo comercial con Murdoch para que el contenido de sus empresas estuviera disponible de forma exclusiva a través de Bing, dejando completamente aislado a Google. Es comprensible que muchos deseen proteger el contenido que han creado, pero al mismo tiempo esto revela que conocen a los usuarios de Internet mucho menos de lo que creen. Cuando un usuario ve un "exceso de candados", con reclamos de pago por todas partes, hace lo que su instinto de navegador le dicta primero: Irse a otra parte. Y eso, no le conviene ni a Google, ni a Murdoch, ni al periodismo en general.