Por motivos de seguridad, la dirección de la compañía ha eliminado todo rastro del sistema operativo de Microsoft que hasta ahora estaba utilizando los 10.000 empleados que componen la plantilla de la firma. Han sido sustituidos por Mac OS o por Linux, sistemas no tan frágiles y que permitirán a Google trabajar con menos riesgo de sufrir ataques como los protagonizados por hackers chinos hace poco. Los trabajadores se han mostrado muy contentos con el cambio aunque algunos aún se resisten a las buenas nuevas.
El ataque de unos ciberdelincuentes chinos hace unos meses ha convencido a Google de que Windows no es un sistema operativo seguro para trabajar con él. Ha comenzado a sustituirlo por la alternativa Mac OS o incluso la muy bienvenida Linux. Todas las oficinas de la compañía, donde trabajan 10.000 personas, tienen prohibido trabajar con el popular producto de Bill Gates. El cambio de sistema de toda la flota de Google, comenzó el pasado enero. "No vamos a utilizar Windows nunca más. Es un esfuerzo en materia de seguridad. Mucha gente aquí ha pasado a utilizar Mac OS tras los ataques de China", declaró un empleado de la compañía.
Los empleados se han mostrado muy contentos por esta iniciativa y se encuentran motivados para trabajar con los sistemas alternativos. "Linux es un sistema operativo de código abierto y nos sentimos muy a gusto con él, con Microsoft no tanto. Mac ya se está usando, sobre todo desde que sufrimos el ataque", explican los empleados. Y es que Windows se caracteriza por ser el sistema operativo menos seguro del mercado, no porque su diseño estructural sea malo (que también) sino porque hay que tener en cuenta que es el más utilizado del planeta. Es lógico que los hacker dirijan su atención hacia este entorno como si de una diana apetitosa se tratase.
¿Y cómo es que Google utilizaba Windows en sus oficinas? Tanto apoyar la filosofía de código abierto y tanto alinearse del lado del todo gratis, y resulta que sus trabajadores empleaban de manera masiva el popular sistema operativo de Microsoft. La explicación la tenemos en la peculiar manera de trabajar de la compañía, que permitía a sus empleados elegir el sistema que quisieran, y seguramente por comodidad o inercia, la mayoría de su plantilla se decidió por Windows. Sin embargo, a partir de ahora los nostálgicos lo van a tener crudo porque para acceder a un PC con Windows tendrán que pedir permiso al jefe.