Los roces entre corporaciones y gobiernos son algo a lo que estamos bastante acostumbrados, pero cuando de un lado tenemos al gigante de Mountain View, y al otro al Gobierno de los Estados Unidos, no es posible hacer otra cosa más que prestar atención. Google ha presentado una demanda contra el Departamento del Interior de ese país por requerir de forma arbitraria que cualquier solución de mensajería considerada para su compra sea parte del "Paquete en Línea para Productividad de Negocios" de Microsoft, anulando de esa forma cualquier posibilidad de libre competencia.
Los contratos provenientes del Gobierno de los Estados Unidos tal vez sean el objetivo más tentador para cualquier empresa o corporación, sin importar la opinión que se tenga sobre la administración de turno. Sólo basta con ver un poco más de cerca a la industria militar: No importa quién sea el presidente, mientras se sigan haciendo encargos, con la ocasional partida millonaria que DARPA suele entregar para proyectos específicos. Pero no todo se reduce a balas y aviones. Hay una enorme cantidad de aspectos que el Estado puede resolver por sí mismo, pero que también pueden ser cubiertos por un contratista externo. En esta ocasión no hablamos de otra cosa que de los servicios de mensajería para el Departamento del Interior, encargado de administrar y conservar recursos naturales y tierras federales, entre otras cosas. A modo de broma, se lo llama el "Departamento de Todo lo Demás", pero su presupuesto de veinte mil millones de dólares anuales no es ningún chiste. Nadie quiere perder la oportunidad de ofrecer sus servicios a dicho departamento.
El problema surgió cuando, al publicar su "Solicitud de Cotización", dejó fuera de toda consideración a los servicios de Google. De hecho, el Departamento especificó en la solicitud que cualquier solución ofrecida debería estar basada en el "Microsoft Business Productivity Online Suite", lo cual visto desde cierto punto de vista, prácticamente le entrega el contrato en mano a las mentes maestras de Redmond. Como resultado, el 29 de octubre pasado Google se presentó en la Corte Federal de Reclamos y entabló una demanda contra "Los Estados Unidos", alegando que el Departamento del Interior no presentó esta solicitud en forma de "competencia", tal y como lo demanda la ley en estos casos. La demanda, disponible en la Web, tiene un total de 37 páginas, pero lo más relevante del caso puede encontrarse en las primeras dos.
La justificación del Departamento del Interior para este requerimiento es que las soluciones de Microsoft ofrecen un sistema de correo electrónico "más consolidado", y lo que probablemente deje a más de uno con la boca abierta, "una mayor seguridad". Google protestó al conocer las condiciones de la solicitud, pero la Oficina de Responsabilidad Gubernamental desechó la protesta al notar que Google no tenía un encuentro programado con la Administración de Servicios Generales (nos ahogamos en la burocracia, resistan), y por lo tanto, fue considerado como "no interesado" en la oferta. Bien, la demanda plantea exactamente el caso contrario, pero habrá que esperar un poco para ver su desenlace. Con más de ochenta mil empleados, la necesidad de una solución unificada para el Departamento es evidente, pero la gran pregunta es si las condiciones del juego son del todo justas en esta ocasión.