Lo que aparentaba ser un simple martes, se convirtió repentinamente en un verdadero huracán. Anunciado lunes y lanzado el martes, Google sacudió el mundo de los navegadores con la beta pública de Chrome. Probablemente no se hable de otra cosa en este momento a través de la red. ¿Y qué dice la gente de Mozilla, aliada estratégica de Google, al ver a este competidor directo de Firefox? Dicen no estar preocupados, pero aún hay que ver si eso es cierto. Tuvimos acceso al enlace de descarga pocos segundos después de ser publicado (no es exageración) y, de inmediato, lo pusimos al desnudo. Esto es lo que encontramos.
Definitivamente no hay lugar a dudas si decimos que esta parece ser la semana de Google. Su sistema Android para móviles está cada vez más cerca de su versión final y, como si eso fuera poco, el anuncio de Chrome y su posterior publicación nos dejó a todos, desde los usuarios casuales hasta los expertos que cuentan un paquete IP a la vez, con los pelos de punta. Pero era lógico, tanto como inevitable. Con la renovada guerra de navegadores que estamos viviendo en estos días, cualquier potencial contendiente tiene que ser revisado de inmediato, especialmente si se trata de una creación proveniente del gigante de Mountain View.
La salida de Google Chrome, además de demandar una tasa extraordinaria de atención, nos hace volver la vista para intentar tener una imagen de lo que sucede entre los competidores. De manera predecible, semejante lanzamiento de parte de Google nos lleva a pensar en Microsoft, aún sintiéndose seguro con más del 70% del mercado de navegadores, pero al mismo tiempo lidiando con una severa caída en la popularidad de sus productos, más precisamente hablando, Windows Vista e Internet Explorer 7. Hace muy pocos días Microsoft lanzó la Beta 2 de la octava versión de Internet Explorer. A pesar de tener todavía ciertos inconvenientes, se ve muy prometedora, y esta es una opinión que han compartido la gran mayoría de los sitios que lo han analizado (nosotros incluidos). Sin embargo, la salida de Chrome empañó la poca alegría que MS nos dio y, ahora, en retrospectiva, nos preguntamos: ¿no sería exactamente eso lo que buscaba Google?
Sin embargo, donde se han posado la mayoría de los ojos es en Mozilla, a quien se puede considerar un aliado estratégico de Google. Curioso es que, después de haber confirmado su relación comercial hasta el año 2011, Google haya hecho su presentación de Chrome. Y, lo que es aún más importante, anunciando a diestra y siniestra que utiliza el sistema WebKit, más conocido por su uso en el navegador Apple Safari (de todas formas, Chrome cuenta con una parte de código Gecko). Las declaraciones del CEO de Mozilla, John Lilly, parecen distendidas y casuales, pero tienen un toque críptico en el fondo. Sobre Chrome, por un lado dijo que "hará más competitivo el mundo de los navegadores" y que "ellos (por Mozilla) deberán competir". La decisión de Google de hacer un navegador, asegura, "no es sorprendente", debido a la exclusiva (y casi diríamos total) dependencia que tiene de la web, en relación con sus negocios. En resumen, Mozilla intenta "tomar como viene" la salida de Chrome.
¿Pero la razón de existir de Chrome se reduce a un interés comercial, o hay algo más de fondo? El justificativo principal que ha declarado Google para crear a Chrome es, tratando de mantenerlo lo más simple posible, que los navegadores de hoy en día no están a la altura de las cosas que se pueden hacer, y lograr, en la web. Hace diez años no se procesaban casillas de correo con varios gigabytes de espacio, o se podían escribir documentos enteros y darles el formato que uno desee con una app en línea (de hecho, en este momento estoy usando Google Docs para redactar este artículo). En otras palabras, el concepto actual de navegador, según Google se quedó en el tiempo. Y de allí su decisión de darle forma a Chrome, utilizando WebKit y creando su propio motor JavaScript conocido como V8. O sea, por más que tomaron cosas de otros navegadores, hicieron el suyo desde cero.
Una idea que no puede dejarse de lado es la de un futuro sistema operativo de escritorio escrito por Google. El nivel de independencia que demuestra Chrome frente a las plataformas Windows llama mucho la atención, y se potencia por la incorporación de Google Gears en Chrome, dándole al navegador una base más amplia frente a la creciente ola de aplicaciones web. Y no es para nada cuestionable la idea de "gatear antes de caminar", lanzando primero un navegador, integrando productos y funciones propias, y estableciendo una piedra fundamental para lo que, dentro de un par de años, podría llegar a ser un sistema operativo que se tome a golpes de puño con el Windows de turno. Por supuesto, la gente de Google explica las razones para Chrome con sus propias palabras.
Sean cuales sean las razones, Chrome llegó para quedarse, y el único camino que parece quedarle, es ir hacia delante. Ahora, veamos un poco al navegador en sí.
Si estás esperando a este análisis antes de descargarlo, o por alguna razón no pudiste ver las funciones que vienen con Google Chrome, aquí las repasamos por ti.
1) OmniBar: La barra de direcciones ha dejado de ser simplemente eso. Ahora, además de acceder a direcciones web, sirve como extensión del motor de búsqueda (sólo debes escribir lo que quieres buscar directamente sobre la barra). Además, realiza sugerencias a determinadas páginas y también se mueve a través de tu historial de navegación, buscando el resultado más próximo a lo que tú deseas. Puedes utilizar otros buscadores, para que no acusen a Google de Monopólico. Solo tienes que ir a Herramientas – Opciones – Busqueda Predeterminada – Administrar. Allí, notarás que figuran los clásicos pero, si has navegado durante un rato y visitado otro buscador o sitio con búsqueda, verás como Chrome los habrá indexado automáticamente. Resta decir que la velocidad de respuesta es infinitamente mayor a la Awesome Bar de FireFox.
2) El menú "Nueva Pestaña": A medida que vayas navegando y ampliando tus sesiones en Chrome, el navegador usará el historial de navegación y, cuando abras una nueva pestaña, verás un resumen de las páginas más visitadas, además de una sección especial indicándote cuáles fueron las últimas pestañas cerradas y un buscador para tu historial. Es como el Marcado Rápido de Opera pero más orgánico (y menos configurable)
3) Acceso directo a aplicaciones Web: Con Chrome ya no es necesario tener el navegador abierto para utilizar una aplicación Web, como por ejemplo, Google Docs. Todo se reduce a crear un acceso directo en el Escritorio y, desde allí entrar a la misma, sin tener en la interfaz barra de direcciones o listado de favoritos. Esto también funciona para sitios, no solo para aplicaciones. Crea un Acceso Directo de NeoTeo y mira qué lindo queda el Favicon en tu escritorio.
4) Pestañas dinámicas: Las pestañas han dejado de ser algo estático e invariable. En Chrome es posible cambiarlas de posición y extraerlas de una ventana, para generar otra independiente de la anterior. De la misma forma, se puede hacer el proceso inverso, uniendo varias pestañas bajo una misma ventana. En Firefox esto también es posible, pero no sé porque nos parece que en Chrome es más intuitivo.
5) Control de cuelgues: Al crear cada pestaña de forma independiente, y bajo procesos aislados, la prevención y recuperación de cuelgues es mucho más eficiente. Incluso Chrome incorpora un Administrador de Tareas propio, en donde es posible ver las instancias que dependen del navegador, además de cuánta memoria están consumiendo.
6) Modo Incógnito: Privacidad total, ningún indicio de navegación es grabado en el historial de Chrome. La purga de datos personales es sólo para esa sesión, Chrome volverá a su modo estándar cuando vuelva a ser abierto, a menos que vuelva a solicitarse el Modo Incógnito.
7) Navegación segura: Chrome advertirá de inmediato en caso de que el usuario intente ingresar a un sitio catalogado peligroso, ya sea como un intento de phishing o como un sitio reportado por contener malware.
8) Favoritos instantáneos: Al lado de la barra de direcciones hay una estrella. Un sólo clic a esa estrella guardará la página activa como un favorito.
9) Importar configuraciones: La transición de un navegador a Chrome es bastante sencilla, a través de su sistema de importación de configuración. Hay varias opciones para importar, incluidas las contraseñas almacenadas.
10) Descargas simples: Chrome no utiliza pop-ups o ventanas externas para administrar sus descargas. Cada descarga iniciada es reportada como una barra en la parte inferior del navegador, y no se abrirá hasta que el usuario lo indique.
También hay que mencionar su interfaz general, simple, poco intrusiva y eficiente. Las pestañas por encima de la barra, grandes, visibles y elegantes. Quienes sean novatos y deban aprender a usar un navegador, la pasarán de maravillas. A los expertos les tomará apenas un par de segundos adaptarse al entorno. Algo que sí nos gustó, aunque parezca una tontería, es el manejo de Chrome sobre pop-ups molestos, de esos que saltan cuando se ingresa a algún sitio codicioso. La ventana emergente, al menos hasta donde pudimos probar, se “clava” en la pestaña de destino, abajo, a la derecha. Cerrarla es muy simple y nos evita tener que cambiar de ventana para hacerlo.
Para cerrar esta sección, nos detendremos un momento sobre la opción llamada "Comunicar error o sitio web defectuoso". Como era lógico de suponer, Google aguarda con ansias los reportes de los usuarios para pulir y mejorar aún más las futuras versiones de Chrome. Sin embargo, esta herramienta puede causar muchas molestias a los desarrolladores, estando tan expuesta. Las posibilidades de abuso son grandes, por lo que habrá que ver cómo interpreta y utiliza Google la información que reciba por este medio.
Ahora sí. Momento de romper el cascarón y ponernos serios. Benchmarks y críticas a continuación.
Está claro, apenas abrimos Chrome, que nos encontramos con una interfaz simple y minimalista. Tiene los botones mínimos y necesarios para realizar una navegación cómoda. Sin embargo, para hacer la interfaz un poco más parecida a lo que se puede ver en otros navegadores, se necesitan algunos ajustes. Por ejemplo, la ausencia por defecto del botón de página de inicio puede calificarse como cuestionable, ya que muchos usuarios le dan un valor muy importante a dicho botón. La configuración para agregar el botón se encuentra dentro del menú de Opciones, bajo la pestaña Básicas.
Allí también verás otra opción importante e inicialmente reclamada por quien apenas comienzan a conocer a Chrome. Al cerrar una instancia del navegador con pestañas abiertas, cuando el navegador vuelve a abrirse, esas pestañas ya no están, excepto por el registro que queda en el historial de Nueva Página. Para cambiar ese comportamiento es necesario escoger la opción Restaurar las páginas que se abrieron por última vez.
En cuanto al resto, las restricciones son bastante chocantes para quien está acostumbrado a cambiar la apariencia de su navegador. La barra de dirección, los íconos o la barra de Favoritos (llamados Marcadores por Chrome) no pueden ser ni movidas ni relocalizadas y el color de skin que posee Chrome no puede ser alterado, al menos de momento. La idea de un entorno minimalista está aprobada, y esperamos que se mantenga así, pero un minimalismo sin flexibilidad pierde todo su encanto, y corre el riesgo de frustrar al usuario.
Una situación similar se vive dentro de las opciones avanzadas del navegador, si es que se les puede llamar así. No queremos volvernos pesados en este punto y comprendemos que un usuario promedio, que no quiere pelearse con la configuración de un navegador, estará encantado con Chrome. Pero si hemos decidido descargarlo en fase beta para probarlo y estudiar sus capacidades, esperábamos una cantidad de opciones de configuración que estuvieran a la altura de las circunstancias. Sin embargo, lo único que hay de avanzado en Chrome es la posibilidad de especificar un servidor proxy, activar la función de precarga DNS, algunas opciones de SSL y un control de cookies. Eso es todo. No hay valores ni de caché de disco, ni de caché de memoria. El historial no puede ser desactivado en el modo estándar, y no hay manera de indicarle a Chrome por cuántos días debe guardarlo. Para complicar más las cosas, no hemos encontrado la manera de navegar en modo Incógnito por defecto, siempre tuvimos que invocar el modo. Olvídate de los about:config. Hasta el momento solo hemos detectado un solo about y es about:memory.
Actualizamos: guilzom, un amable lector de NeoTeo, nos informó que, gracias a los esfuerzos de un grupo de aficionados, y a la magia de la ingeniería inversa, se han descubierto nuevos "abouts". En los próximos días veremos cómo usarlos a nuestro favor y qué tanto agregan a escasa personalización, configuración y optimización de Chrome. Hete aquí los hallazgos: about:network, about:stats, about:cache, about:histograms, about:dns, about:version y about:crash. ¡Juega un rato con ellos y cuéntanos!
Muchos de ustedes estaban esperando esto, y finalmente hemos llegado a esta sección. Como era de esperarse, una de las cosas que prometió Google sobre Chrome es que sería increíblemente rápido. Por lo que le hemos visto hacer, estas promesas parecen cumplidas, pero dejemos que los números hablen por sí solos. Como siempre, lo primero son las normas, y Chrome tiene que pasar por la picadora de navegadores adorada por todos: Acid3.
El resultado es bastante interesante, siempre y cuando no olvidemos que estamos tratando con una beta. Una puntuación de 78 coloca a Chrome como perseguidor directo de Opera, superando tanto a Safari como a Firefox. Sería muy agradable ver en versiones futuras cómo este puntaje se va hacia arriba.
Ahora llegamos al punto más importante, y es el de la velocidad. Para probar lo bien que anda Chrome, Google habilitó un sitio que corre 5 pruebas de diferentes escenarios. Comparadas con nuestras apreciaciones del rendimiento de JavaScript, las lecturas son desproporcionadas. Muy desproporcionadas. No es que dudemos de Google, pero preferimos utilizar nuestras propias mediciones. Más cuando Firefox 3.0.1 genera un puntaje (total y promedio) de 172 y Chrome de 1.356 (a más alto el puntaje, mejor). Si bien, como puedes ver en el gráfico, Chrome es más rápido renderizando JavaScript, tampoco tanto. Además, la información sobre el test proporcionada por Google, es escasa. Realmente no podemos saber qué significan más de 1.000 puntos por arriba, porque no tenemos parámetros.
En pruebas anteriores hemos usado un sistema de velocidad para medir renderizado CSS, y para no perder la costumbre, hicimos un rápido análisis en CSS3.info. Chrome pasó los 43 selectores de la prueba (con 578 test de 578 aprobados). Opera 9.52, tan prolijo como es, también los pasó con éxito. Safari, padre de WebKit, en su versión 3.1.2, poniendo el ejemplo, no pudo ser menos y estuvo aprobado con 0 errores. Firefox 3.0.1, por su parte, solo pasó 36 de los selectores (con 373 tests, de 578, aprobados). No nos animamos a pasar ninguna versión de IE por este test. Hay que tenerle respeto a los moribundos.
- Firefox 3 no aprobó
- Todos los demás sí. Salvo IE, que nos dio miedo.
Como Chrome se jacta de haber incluido grandes mejoras de velocidad gracias a su motor JavaScript, en esta ocasión nos inclinamos por la prueba SunSpider, que castiga duramente a los navegadores, y arroja un promedio de velocidad en milisegundos. Cuanto más bajo el resultado, más rápido es el navegador. Aquí no tuvimos piedad, y arrojamos a Chrome directamente frente a los navegadores que dominan el mercado hoy en día, mas el plus de Internet Explorer 8 beta 2:
Sencillamente impresionante. De acuerdo a SunSpider, hay un margen de error de un 5%, y también tiene un poco de influencia el poder de procesamiento que posea el ordenador, pero las pruebas son definitivas. Chrome es el más rápido del vecindario, y hay poco que los demás puedan hacer al respecto.
Tras la prueba de velocidad, este se vuelve un buen momento para medir el consumo de memoria. Debido a la forma en que Chrome administra sus procesos, es probable que su consumo sea más alto que el promedio visto en otros navegadores (y la gente detrás de Chrome lo admite en su comic), pero debemos darle el beneficio de la duda, y realizar la medición. ¿Cómo lo hicimos? En esta ocasión usamos solamente dos pestañas, Apple y Google, debido a los problemas existentes entre Internet Explorer 8 y algunas páginas. Los resultados:
Y… no. Podría ser mejor. Reconocemos que el sistema de multi-threading funciona de maravillas, y Chrome no se nos ha colgado nunca, pero su consumo de memoria es un poco elevado. Ahora, si crees que el aumento en la velocidad justifica que consuma más memoria, entonces no hay problema. Pero después de haber leído el comic de punta a punta, y ver tantas cosas como optimización y reclamo de memoria, esperábamos que, si bien Opera y Firefox todavía se mantienen invictos, Chrome estuviera por debajo de Safari en consumo de memoria. Lamentablemente no fue el caso, y esperamos que las versiones futuras de Chrome sepan corregir esto.
Por el momento, salvo por esta excepción, no se han reportado (ni hemos encontrado) otras fallas de seguridad en el navegador de Google. Pero, que las hay, las hay (como las brujas). La primera que, esperamos, sea la única, es lo suficientemente grave como para alarmarnos y lo suficientemente conocida como para dudar de la ética de Google.
El descubrimiento lo hizo Aviv Raff, y fue difundido por Ryan Narraine, de Kapersky Labs. El exploit es simple, y casi obvio, pero puede ser efectivo para usuarios no avanzados. Mirá, pincha aquí con Chrome. Automáticamente descargará un archivo .jar (sin preguntarte ni nada). Si caes en la trampa y haces doble clic sobre la descarga, se te abrirá un notepad (de Java). Nada grave, porque es una demo. Pero, en manos enemigas, esto puede ser letal. Según reporta Naraine, este exploit puede ejecutar de forma remota cualquier programa en Java en tu ordenador.
Esta es una falla de la versión WebKit 525.13 (de Safari 3.1), que Apple ya solucionó en la versión 3.1.2 de Safari. Lo que deja traslucir que Google está un poco atrasado en lo que respecta a motores y, lo más acojonante, que tiene que haber sabido de la falla antes de haber lanzado la beta. Elemental, querido Watson, si Apple ya lo solucionó, es porque conocía el error. Y si Apple lo conocía, es imposible que Google no.
Y uno se queda pensando… ¿qué tan ético es lanzar un navegador, por más beta que sea, sabiendo que va a ser instalado por decenas de miles de personas alrededor del globo, con una falla de seguridad tan grave? Si yo fuera de los chicos malos, y estuviese bien informado, me hubiese hecho millonario en un solo día. Don’t do Evil, Google. Recuerda, tú lo escribiste.
Hemos estado atentos a todos los comentarios, y hemos visto que después de haberles anunciado la salida de Chrome, algunos de ustedes se toparon con problemas entre la máquina virtual Java y este navegador. Por lo que hemos comprendido, o no pueden instalarlo, o directamente no funciona, pero el hecho es que nosotros sí tenemos trabajando a Java con Chrome. ¿Cómo lo logramos? Instalando el Release Candidate del update 10 en modo fuera de línea (el nombre completo es Java SE 6 Update 10 RC). El instalador de la versión JRE para el update 10 ocupa casi 15 MB. Instálalo, abre Chrome, y las funciones Java deberían funcionar. Incluso logramos pasar la verificación de Java, con su mascota bailando.
Como conclusión, debemos decir que Chrome ha causado el efecto que esperaba. Como puntos buenos: Su velocidad es imbatible, su estabilidad nos sorprendió mucho, y las innovaciones que trae consigo, todas son dignas de ser revisadas. Por el lado de las cosas malas, hay que decir que peca por simple (queremos opciones avanzadas, y las queremos ya), y que su consumo de memoria no es el ideal, más allá de la advertencia y de su sistema de procesos múltiples. Esta ha sido la primera versión lanzada al público, y después de las toneladas de feedback que recibirá Google al respecto, seguramente veremos una nueva versión que meterá aún más miedo entre los gigantes de la navegación. Este día puede pasar a la historia, veremos qué dice el futuro. ¡Buena suerte!
