Con más de seiscientos millones de usuarios, Skype es toda una aplicación de vanguardia a la hora de realizar llamadas tanto de voz como de vídeo a través de la Web, con versiones dedicadas para múltiples plataformas. Sin embargo, el protocolo de comunicación de Skype es de código cerrado, algo que impone restricciones naturales en varios sentidos. GNU Free Call se presenta a sí mismo como una alternativa a Skype de código abierto, que utilizará protocolos estandarizados, otorgando así mayor seguridad, flexibilidad y portabilidad tanto para usuarios como para desarrolladores.
Si por esas casualidades reconoces a un extranjero sentado en una terminal pública, si no está actualizando su estado en Facebook, lo más probable es que esté utilizando Skype. Según datos publicados, los usuarios de Skype en 2010 excedieron los 660 millones. Eso es incluso más que Facebook, y casi doscientos millones más que el reporte del año 2009. No quedan dudas de que se trata de una plataforma en constante crecimiento, que además de ofrecer servicios básicos gratuitos, posee tarifas bastante razonables en muchos países. Pero una cosa son los servicios, y otra completamente diferente es el software que provee esos servicios. Aunque Skype entrega versiones de su cliente para múltiples plataformas, su protocolo es cerrado, lo que significa que en general no sabemos muy bien cómo se transmiten nuestros datos (voz y texto), y quién podría estar escuchando o leyendo.
Como suele suceder en estos casos, el código abierto propone una alternativa, y esta vez se trata de GNU Free Call. De acuerdo a sus desarrolladores, no solamente será “free” como en “libre”, sino que también será “free” como en “gratis”. A diferencia de Skype, GNU Free Call estará basado en el conocido protocolo SIP, utilizado por muchos servidores y clientes de comunicación, entre los cuales encontramos al viejo Windows Messenger (no el “Live” actual) que venía preinstalado en Windows XP. Esto habilita conexiones punto a punto, con una capa de seguridad mucho más elaborada y robusta. GNU Free Call no dependerá de ninguna clase de centralización, permitiendo que en caso de una falla mayor, aquellos usuarios que todavía están en línea puedan seguir comunicándose sin inconvenientes.
El proyecto estará basado en GNU SIP Witch, y uno de los objetivos principales es entregar un proceso de configuración más sencillo. Los mismos desarrolladores detrás de GNU Free Call reconocen que GNU SIP Witch puede resultar muy complejo de configurar, incluso para usos sencillos. GNU Free Call apenas acaba de ser anunciado, por lo que no tenemos más información al respecto, ni siquiera un mapa de desarrollo. Sin embargo, ordenadores y móviles serán las dos plataformas principales a soportar. En general no hay mucho para criticar a Skype, pero toda alternativa a sistemas cerrados es buena, y aún está en nuestras cabezas el tropezón que Skype tuvo en el pasado mes de diciembre, lo que nos recuerda que no es invulnerable.