¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre con los robots cuando se vuelven obsoletos? En su mayoría son destruidos o quedan guardados en un depósito sin volver a ver la luz del día. Y aunque es cierto que no la extrañan, da un poco de pena cómo son desechados una vez que pierden su brillo. Esa es la historia de George, un robot de 60 años, que fue construido a mano por el ingeniero Tony Sale, utilizando aluminio perteneciente a un avión bombardero que se estrelló en 1950. Ahora, el robot fue reparado y vivirá en Museo Nacional de Computación en Inglaterra junto a Colossus, otra máquina con historia.
Hoy en día los robots de última son muy limitados, pero en cuanto a su aspecto físico, son el equivalente de un muñeco de cera. Tan realistas, que erizan la piel. Todo lo contrario es George, un robot que pasó 45 de sus 60 años de vida encerrado en un galpón de almacenamiento, hasta que fue rescatado por Tony Sale, quien lo reparó y ahora lo está mostrando al mundo nuevamente, como una reliquia de sus tiempos. Y no es para menos, ya que pasará el resto de sus días como tal en el Museo Nacional de Computación, ubicado en Buckinghamshire, Inglaterra.
George mide casi 2 metros y fue construido a mano con aluminio perteneciente a un avión bombardero que se estrelló en 1950. Debido a su edad, es un robot muy básico y sus movimientos se controlan a través de un control remoto. Tony Sale, ex integrante de la Royal Air Force de Inglaterra, fue su creador hace 60 años y no se sabe por qué lo abandonó, pero lo importante es que decidió repararlo y no necesitó de más que un poco de aceite y unas baterías en buen estado. Unos instantes luego, ya estaba caminando nuevamente.
Tony Sale comenzó a construir robots cuando tenía 12 años y George fue su obra maestra. En su momento, fue aclamado por todos por sus capacidades futurísticas, como abrir y cerrar la boca y encender los ojos, lo que lo convirtió en una sensación. Por supuesto, el éxito no duró mucho y como seguramente ocurrió con muchos otros robots en la época, terminó encerrado en un depósito, junto a un montón de chatarra. Sin embargo, en la actualidad, su futuro se ve más brillante que nunca. En primer lugar, como ya mencionamos, vivirá en el Museo Nacional de Computación de Inglaterra. Pero también, aparecerá en el programa de televisión dedicado a la ciencia, Wallace and Gromit’s World of Invention.
Como dato curioso, en el museo compartirá habitación con Colossus, una computadora gigante construida por el ejército inglés durante la Segunda Guerra Mundial, con el objetivo de decodificar mensajes alemanes. La máquina fue destruida luego de su uso para que nadie pueda copiar el diseño, sin embargo en 1994 comenzaron a reconstruirla y hoy reside en el mismo museo donde estará George. Sin dudas no podría tener mejor compañía durante su estadía.