Al parecer no sirven sólo para tomar selfies con fondos llenos de azulejos y toallas colgadas. Las cámaras de los smartphones esconden un secreto que ahora los físicos han sabido aprovechar para realizar un experimento con grandes implicancias en la seguridad informática. Haciendo uso de las leyes de la mecánica cuántica, los científicos utilizaron cámara de un smartphone Nokia N9 para crear un generador de números aleatorios.
Así como los espirales, los generadores de números aleatorios están por todas partes, especialmente en esta era donde se realizan millones de operaciones comerciales a través de internet. Es que detrás de cualquier compra y venta de productos con tarjeta de crédito, de un inicio de sesión en un servicio o de un programa de encriptación, los generadores de números aleatorios dan lo necesario para garantizar la seguridad de los usuarios. La criptografía cuántica es uno de los “clientes” de los generadores de números aleatorios, ya que los utiliza en cantidad para darle más confidencialidad a las operaciones, con números y contraseñas muy complejas e imposibles de adivinar a través de patrones. Lo que no se sabe es que los generadores de números aleatorios cuánticos son muy caros, pues no podría ser de otra manera para un dispositivo que explota la probabilística natural de la mecánica cuántica para producir cifras totalmente aleatorias. Y surgido el problema, los científicos de la Universidad de Geneva en Suiza han hecho un gran hallazgo.
Con Bruno Sanguinetti como el líder del proyecto, estos científicos han trabajo para generar números aleatorios utilizando un simple smartphone Nokia N9, pero dotado con una compleja cantidad de procesos cuántico. Los resultados parecen haber sido positivos, pues dicen que su nueva técnica puede producir números al azar a razón de 1 megabit por segundo, una velocidad más que suficiente para nutrir la mayoría de aplicaciones de seguridad. El proceso cuántico que estos chicos aprovechan es la manera en la que las fuentes de luz emiten fotones. Debido a que cada emisión es un proceso cuántico, el instante de emisión no se puede predecir. Así que el número de fotones que una fuente de luz emite en una unidad de tiempo siempre variará por una cantidad que es totalmente aleatoria.
En español, los científicos quieren trasladar la capacidad que tienen las cámaras fotográficas incorporadas en los smartphones modernos para detectar las variaciones cuánticas en la cantidad de fotones que captan. Comparando los resultados obtenidos entre la cámara de 8 mega pixeles de un Nokia N9 y los de un ATIK 383L, una matriz CCD monocromo, los universitarios indujeron que cada píxel detecta el número de fotones que llegan en un cierto período de tiempo. Estos fotones se convierten en electrones y son amplificados por la cámara. Sanguinetti y equipo dijeron que “si todo el mundo en la Tierra utilizara un dispositivo de este tipo a 1Gbps constantemente, se necesitarían 10^80 veces la edad del universo para que podamos observar una desviación en una cadena de bits perfectamente aleatoria. Si te quedaste con ganas de conocer más sobre el tema, el paper es bastante claro.