Una vez que los fabricantes de tarjetas gráficas terminan de jugar sus cartas fuertes en el mercado del hi-end, la competencia se traslada a escalones más bajos, en un intento por tentar a usuarios con presupuestos más ajustados para que actualicen el hardware. En el caso de Nvidia, su arma más reciente es la GeForce GTX 950. En esencia estamos ante la hermana menor de la GTX 960, con alteraciones en las especificaciones que no comprometen tanto su rendimiento, y que le permiten alcanzar un precio muy interesante.
Con el virtual estancamiento que estamos viendo en la última generación de procesadores, el interés de los usuarios para incrementar el rendimiento de sus sistemas vuelve a enfocarse sobre las tarjetas gráficas. En ciertas regiones, jugar a resolución 1080p ya es la norma en vez de una rareza, y con tecnologías cercanas como el 4K y DirectX 12, la carrera armamentista en materia gráfica gana temperatura una vez más. Lo último que vimos de AMD fue el anuncio de las tarjetas Fury y Nano en la pasada E3, pero era cuestión de tiempo para que Nvidia hiciera una movida equivalente. Con la aparición de la GeForce GTX 980 Ti, el «otro» gigante de Santa Clara terminó de cerrar su frontera en la alta gama, sin embargo, necesita atender cuanto antes al otro extremo. La única tarjeta (apenas) por debajo de los 200 dólares es la GTX 960, y si el plan es convencer a los entusiastas para que retiren a todas esas GTX 500 y 600 dando vueltas, deberá ofrecer mejores números.
Abran paso para la GeForce GTX 950. Desde un punto de vista técnico, estamos ante la GTX 960 con un envase más pequeño. Los recortes más relevantes se manifiestan en la cantidad de núcleos CUDA (768 vs. 1.024), en las unidades de textura (48 vs. 64), y en las frecuencias finales (1.024/1.188/6.600 vs. 1.126/1.178/7.000), pero el resto de las especificaciones son idénticas. La GTX 950 usa el mismo chip Maxwell GM206 con 2.940 millones de transistores, un bus de 128 bits, y 2 GB de memoria GDDR5. El hecho de ser un modelo ligeramente reducido le permite por otro lado mejorar su TDP, ubicado en 90 vatios. Nvidia está arrojando toda su artillería publicitaria sobre dos puntos específicos: Los usuarios de sistemas HTPC, y aquellos con una GeForce GTX 650, a la que Nvidia considera tres veces más lenta que la nueva tarjeta.
Dependiendo del entorno, la flamante GeForce GTX 950 puede lograr un empate virtual frente a la GTX 960, o alcanzar un 70 por ciento de su rendimiento en los casos más exigentes. El equivalente directo de AMD en precio es la Radeon R7 370, a la que el hardware de Nvidia derrota de forma bastante consistente en cuatro de cada cinco benchmarks (apenas unos pocos FPS, pero son victorias al fin). El precio oficial para la GeForce GTX 950 es de 159 dólares, diez billetes por arriba de la R7 370. En ese rango, la balanza se inclina a favor de Nvidia, pero quienes puedan estirarse un poco más y llegar al nivel de los 200 dólares, deberían tener en cuenta a la oferta de AMD. Una cosa es segura: En todos los casos, el rendimiento 1080p es más que aceptable.