No cabe duda que la imagen que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un hacker está muy influenciada por lo que se ve en las películas de Hollywood. Sin embargo, no siempre un hacker actúa o vive como un Robín Hood moderno, o como la versión “siglo XXI” del capitán garfio.
Dentro de toda comunidad, tribu o grupo de personas existen grandes diferencias entre el comportamiento y costumbres de sus miembros. Así como no todos los ciudadanos tienen la costumbre ayudar a las dulces ancianitas a cruzar la calle, no todos los hackers se dedican a dar vueltas por los ordenadores de las grandes empresas solamente para curiosear.
En realidad, y contrastando con esa imagen de “nerd” que nos han sabido vender, algunos hackers venden sus servicios al mejor postor. Según el estilo de vida “hacker”, que reivindica el libre acceso a la información por partes de todos los ciudadanos, el hecho de comportarse como un mercenario a sueldo para cometer algún ilícito no está precisamente bien visto. Sin embargo, algunos miembros de esta tribu eligen ese camino, convirtiéndose en verdaderos mercaderes de la información.
Un informe publicado por una empresa de seguridad alemana demostró que algunos hackers cobran hasta 4800 euros por trabajos hechos “a medida”. Efectivamente, Ralf Benzmüller, director del laboratorio de seguridad de G-Data, señaló que algunos piratas informáticos publicitan (y venden) su trabajo en internet. "Las tarifas se basan en horas o días, que según nuestras indagaciones, rondan los 30 euros la hora y 150 euros el día”, afirma este especialista.
Con esos valores a mano, es muy fácil sacar la cuenta de los beneficios económicos que estas personas, muchas veces adolescentes, obtienen de sus actividades. Si cobras 30 euros la hora, y trabajas un par de horas al día, tienes un ingreso de casi 1500 euros al mes. No está anda mal por un trabajo extra. Y si te lo tomas enserio, 8 horas al día, puedes ganarte tus buenos 6000 euros mensuales. Eso sí, te expones a pasar una larga temporada a la sombra.
Las tareas que ofrecen estos “especialistas “incluyen la obtención de datos confidenciales de ordenadores de las empresas de la competencia, el hackeo de sitios webs, el bloqueo de webs mediante ataques utilizando redes de ordenadores “zombis” o simplemente el envió de millones de correos spam. Cada trabajo tiene su precio.
Algunos hackers utilizan troyanos u otras alimañas informáticas para controlar varios cientos o miles de ordenadores esclavos, organizados en forma de red, y sin que sus dueños siquiera sospechen que es lo que están haciendo sus ordenadores con su “tiempo libre”. El poder combinado de este ejército de ordenadores es más que suficiente para derribar páginas webs mediante ataques DOS (Denial of Service). El objetivo de estos ataques puede ser eliminar alguna página de la competencia o simplemente pedir una recompensa por liberar nuevamente el sitio bajo ataque.
Según puede leerse en el informe de G-Data, también es posible subcontratar el envío de spam a buen precio: por solo 350 euros un hacker puede despachar 20 millones de correos, a razón de un millón por hora.
Otro negocio que explotan los hackers del lado oscuro es la compraventa de cuentas de juegos online, información de tarjetas de crédito o cuentas de Paypal. Según G-Data, una cuenta del juego World Of Warcraft (WoW) puede revenderse en unos 6 euros, mientras que los datos de una tarjeta de crédito cuestan solo 3 euros.
Si estas buscando tomar el control del ordenador del gerente de una empresa de la competencia, deberás desembolsar algún dinero más, pero es perfectamente posible. Uno de los “negocios” que más beneficios reporta a los piratas modernos es el explotar los agujeros de seguridad existentes en los programas más populares, cobrando tarifas que comienzan en los 500 euros.
Pero no solo los particulares o empresarios privados contratan a estos “expertos”. Según denunció hace poco Robert Anderson, la asociación que reúne a las principales productoras de Hollywood (si, la MPAA) le ofreció dinero para traicionar a sus antiguos compañeros en las redes de intercambio de archivos P2P. Según ha contado en una entrevista exclusiva hecha por Wired, el joven hacker cobro 15.000 dólares por información sobre el portal de enlaces para descargas TorrentSpy, en el 2005.
En esa época Anderson trabajaba para la página mencionada. Accedió a las peticiones de la MPAA y les proporcionó información que luego podría ser utilizada por las productoras de cine en un juicio por piratería.
Esto demuestra que no todo es lo que parece. Hay hackers de fiero aspecto que son en realidad románticos luchadores por la libertar de información, y otros nerds con cara de inocentes que se están forrando gracias a los ataques e intrusiones que son capaces de llevar a cabo en sistemas ajenos.