Cuando de ejecutar juegos se trata, el nivel de optimización que debe poseer un ordenador es muy superior al de un sistema que está orientado a un uso casual o menos intensivo. Cada gota de rendimiento debe ser exprimida de cada componente de hardware, y el sistema operativo debe reducir su presencia en el sistema de modo tal que estorbe lo menos posible. Sin embargo, existen herramientas que dicen acelerar los juegos desactivando determinadas funciones del sistema operativo antes de ejecutar un título. Game Booster es una de ellas.
Lo cierto es que jamás he recurrido a utilidades como esta, y probablemente nunca lo haga. No existen soluciones mágicas en el software, y casi no existe una condición del sistema que no pueda ser obtenida a través de una buena optimización y un buen mantenimiento. Conservar al sistema operativo ágil y sin excesos siempre es un buen primer paso para maximizar el rendimiento de nuestros juegos, sin mencionar detalles como mantener actualizados los controladores de vídeo, y en lo posible, de la tarjeta madre.
En general, lo que hace Game Booster es automatizar la desactivación de determinados servicios de Windows, además de recomendar la terminación de procesos innecesarios que puedan estar presentes en memoria. Tras el cierre de los procesos y después de haber desactivado ciertos servicios, Game Booster realiza una desfragmentación de memoria para recuperar un poco de RAM. En nuestras pruebas, la ganancia promedio de memoria que obtenimos al ejecutar Game Booster fue de 6 MB, una cantidad relativamente baja que poco puede afectar al "framerate" de un juego moderno. Además, dicha ganancia se ve mermada por la misma presencia de Game Booster (2 MB en promedio), que una vez activado su modo de aceleración, no puede ser cerrado.
El programa desactiva los servicios rápidamente, así que debemos concederle el hecho de que en parte cumple con su trabajo. Pero lo cierto es que el inicio y la detención de servicios no debería ser automatizado tan a la ligera. Según el programa se desactivan servicios innecesarios para la ejecución de un juego, pero alguno de esos servicios puede resultar ser crítico bajo determinadas configuraciones. Además, algunos perfiles de Windows pueden no tener autorización para manipular servicios, por lo que utilizar a Game Booster podría generar un error de privilegios. Lo que recomiendo es que utilicen como referencia la lista de servicios que aparece en Game Booster y prueben configurar algunos de los servicios uno por uno en modo Manual, ya que es más seguro. Si ven que su ordenador no se ve afectado, entonces pueden dejar al servicio en Manual, haciendo que la optimización del servicio esté disponible siempre, y no solamente cuando se quiera jugar. El programa desactiva servicios, pero que acelere todos los juegos con ello, suena más a propaganda que a otra cosa.