Bueno, evidentemente todos nos quedamos con ganas de más. Después de dos galerías de arqueología informática (que muy probablemente no serán las únicas), nuestros lectores no han dudado en enviar sus comentarios solicitando más de ese contenido. Al mismo tiempo, nos han sugerido imágenes de todo tipo, desde una zambullida más profunda a la retrocomputación, hasta toda la legión de zócalos y puertos existente. Sin embargo, en esta ocasión optaremos por el lado "blando" de la informática. Después de una buena sesión de búsqueda, hemos preparado una galería de software que usábamos en aquellas épocas en las que los monitores a color eran un lujo, y los núcleos dobles eran producto de la ciencia ficción.
¿Ratón? ¿Entorno gráfico? ¿De qué hablan? Había cierto muchacho delgado y con anteojos (quien según Forrest Gump, se dedicaba a vender fruta), acompañado por su amigo bajito con densa barba, quienes tenían una idea o dos sobre esas cosas, pero en lo que se refiere al resto del universo, la gloria estaba en una pantalla negra y un cursor parpadeante con un profundo color fósforo verde. Del verde se pasó al ámbar, al blanco, llegaron el cian y el magenta, y el resto de la legión vino después. Eventualmente, el de anteojos y el barbudo tuvieron razón, y llegaron a nosotros cosas como el ratón y el entorno gráfico. Pero todo lo que hemos ejecutado mientras se llegaba a eso… el simple hecho de recordar hace que cualquiera se pierda en el limbo. No hablemos solamente de juegos, porque jugar era algo natural en los sistemas de aquellas épocas. Hablemos de aplicaciones, herramientas de trabajo, esas utilidades que transformaron al ordenador de juguete en super asistente.
La galería del día de hoy nos muestra algunos de los ejemplos de software antiguo más presentes en nuestra memoria. Puede que algunos no sean tan recordados, pero otros seguramente provocarán un escalofrío. Lo que quiero decir es: Estos han sido algunos de los programas que han quemado de por vida los tubos de nuestros monitores. Los que nos hicieron adictos al café, los que nos llevaron al tabaco, los que hicieron de nuestros ojos dos masas inertes de papilla que sólo pueden ver algo con la ayuda de un par de anteojos. Y los que nos hicieron aprender, estudiar, explorar, mejorar. Los que nos abrieron la puerta hacia el increíble universo de la informática. Los que tomaron a niños de rodillas raspadas y los convirtieron en geeks, implacables jinetes del teclado. En resumen, los que nos hicieron disfrutar. Aquí los tienen.