Los satélites que orbitan a nuestro planeta están especialmente vigilados, pero ni siquiera así se puede garantizar que se mantengan libres de problemas. Ya hemos visto el desastre que puede provocar una colisión entre dos satélites, pero algo más irritante todavía es cuando repentinamente uno de ellos decide "declararse independiente" de la raza humana, y comienza a hacer de las suyas en la órbita terrestre. El Galaxy 15 es el nuevo miembro de la legión de "satélites zombies" que ha perdido comunicación con sus controladores, y se encamina a permanecer depositado en el espacio, hasta que termine por caer a la atmósfera.
Para comenzar, un poco de historia: El Galaxy 15 es un satélite de comunicaciones geoestacionario que fue lanzado al espacio en el año 2005. Desde el inicio de sus operaciones hasta el año 2006 fue utilizado por PanAmSat, pero luego su operación fue transferida a IntelSat. Este pequeño monstruo tiene una masa de dos toneladas, y el tiempo estimado de misión se ubicaba en unos quince años. Y decimos "se ubicaba", porque el Galaxy 15 ya no cumplirá su misión. Está perdido en el espacio. Perdido en el sentido de que ya no reconoce los comandos enviados por sus controladores en tierra, vitales para mantenerlo en su posición original. Vagando por la órbita terrestre sin ninguna clase de control, y sujeto a las fuerzas gravitacionales pertinentes, los ingenieros han declarado al Galaxy 15 como uno de los tantos "zombiesat" que existen en órbita.
Las consecuencias de que el Galaxy 15 haya decidido tomar la ruta escénica de regreso a la atmósfera no debería tener mayores consecuencias, salvo por un detalle importante: Su "transponder" aún sigue operacional, lo que bien puede crear interferencias a otros satélites vecinos. De acuerdo a la información disponible, el Galaxy 15 podría causar algunos problemas al satélite AMC-11 operado por SES World Skies, cuando ingrese en su zona el próximo 23 de mayo, y alcance su punto máximo de aproximación entre el 31 de mayo y el primero de junio. Tanto IntelSat como SES están trabajando coordinadamente para evitar y/o minimizar cualquier inconveniente que pueda surgir del cruce de satélites. Mientras tanto, IntelSat y su fabricante Orbital Sciences han literalmente bombardeado al Galaxy 15 con aproximadamente doscientos mil comandos, en un intento por restaurar el control sobre el satélite, pero el Galaxy 15 ha hecho oídos sordos. Para mantener el servicio, todos los clientes al Galaxy 15 han sido redirigidos al Galaxy 12.
El destino final del Galaxy 15, al igual que el de muchos satélites zombie, estaría en alguna de las dos zonas conocidas como "pozos geopotenciales". Ambos puntos están ubicados en los 105 grados oeste y los 75 grados este, y ya son el hogar para aproximadamente doscientos objetos. Si bien el Galaxy 15 sería apenas una mancha más en el gran tigre que representa la basura espacial, será de especial preocupación para cualquiera que tenga un satélite operacional cerca del camino de este nuevo zombie. Obviamente, tampoco podemos olvidar las consecuencias de un posible choque satelital. La idea de que el espacio es grande se ubica por encima de todo, pero bien sabemos que una nueva colisión está dentro de lo posible. Esperamos que el retiro prematuro del Galaxy 15 pueda llegar a buen término, sin consecuencias mayores.