Por una cuestión de simple conveniencia e interés, nos gusta cuando algunas de las compañías abaratan algún producto en busca de llegar a más gente. O de vender más, si le quitamos la variable de ingenuidad. Más nos gusta cuando estos productos están en el centro de la discusión dada su importancia en la nueva forma de experimentar contenido multimedia. En esta ocasión y ante el lanzamiento de las nuevas gafas 3D de Nvidia nos sentimos un poco confusos, ya que si bien estas se economizan considerablemente, pierden una de sus características más disfrutadas: ser inalámbricas.
Con la llegada del 3D a la interacción multimedia, quienes no necesitaban de algún artefacto que se posicionara sobre sus narices ante alguna condición oftalmológica o como prevención de alguna de estas, tuvieron que sentir el rigor de aquellas gafas compuestas de cartón que podían ver anáglifos, pero que también cortaban con perversa asiduidad parte de la piel ubicada sobre nuestros tabiques. Luego las cosas cambiaron y hoy tenemos gafas activas que hasta emulan modelos estéticos que la moda inspira según la temporada. Pero el problema de estas es su elevado costo, algo en lo que parece haber reparado Nvidia al lanzar susnuevas gafas 3D Vision.
Las nuevas gafas son bastante sobrias como verás en las imágenes y rompen con el romance entre costosas y pesadas atrayendo al público por el gran ahorro que supone adquirirlas. Hay que ser sinceros, la llegada de estas gafas no propone un salto en la tecnología que las ocupa, sino en otro elemento que es determinante en su adopción a gran escala; el precio. Al venderse a 100 dólares le quitan un tercio de costo a las actuales inalámbricas que rondan los 150 en adelante, siempre hablando del mercado estadounidense. Pero hay un elemento que genera polémica en al mirar las nuevas 3D vision de Nvidia, y este es el cable que sale de ellas.
El cable para conectar a USB se trata claramente de una vuelta atrás en la tecnología, ya que se pierden las posibilidades de lo inalámbrico (como evitar estar “atado” al ordenador cuando estás observando una película). Las excusas son evidentes, ya que esta es la forma de Nvidia de amortizar el costo de 50 dólares menos de las gafas y permitir que estas lleguen a más gente. A pesar de lo que parece un cable ultra fino con un conector USB bastante voluminoso de un lado y las gafas 3D que se moverán constantemente ante cada impresión multimedia, la estructura de estas no parece ser incómoda, sino lo contrario.
Cualquier interpretación es personal, pero tal vez estas gafas puedan cumplir con su objetivo de acercar a la gente al contenido 3D (sobre todo porque no podrán alejarse mucho del ordenador), pero siempre teniendo en cuenta que se está pagando de menos para tener un poco menos de libertad de movimiento sin sentir la tensión del fino cable poniendo en juego los 50 dólares ahorrados más los 100 invertidos. Como siempre, el paquete de 3D Vision incluye las gafas activas con cable que tienen un peso de 50 gramos, un paño para limpiarlas, una guía de su uso y, qué bueno, 2 piezas para la nariz que funcionan como protectores. Si no estás seguro de que tu hardware las soporte, puedes chequear la lista aquí.