La simplificación en los diseños de diferentes dispositivos es algo que muchas empresas buscan de manera constante. No es algo raro que, cuando un producto sale al mercado, a los pocos meses sea lanzado otro de características similares, pero con un diseño mucho más sencillo. Dicha búsqueda tiene como objetivo principal el reducir costos de fabricación, y ahora es posible que Sony tenga justo lo que necesita para alcanzarlo: Un sistema de "conexión inalámbrica milimétrica" que permitirá reemplazar complejos circuitos y cantidades significativas de cobre con nada menos que señales inalámbricas que son emitidas y recibidas en el interior mismo del dispositivo.
En la informática y la electrónica existen múltiples ejemplos de evolución a nivel de hardware. No es necesario hablar estrictamente de ordenadores, ya que su ritmo evolutivo es tan evidente e intenso que muchos usuarios encuentran irritante (y prohibitivo) el actualizar al hardware tan seguido. Sin embargo, otros dispositivos han demostrado sin mayores vueltas cómo han mejorado sus diseños con el paso del tiempo. Un ejemplo reciente es la nueva PlayStation 3 Slim, pero se pueden nombrar productos como el iPod, el iPhone y el Zune con su versión HD. En muchos casos la evolución se lleva a cabo por la demanda del mercado, mientras que en otros es simplemente porque la tecnología lo permite.
El beneficio número uno en la mejora y la simplificación de los diseños es la reducción de costos. Menor el costo, mayor el margen de ganancia. Obviamente, esta es una fórmula a la que todas las grandes empresas quieren volverse adictas. Con lo anunciado recientemente, es probable que Sony pueda aplicar esa fórmula más eficientemente que la competencia. Se trata de una tecnología capaz de realizar transmisiones inalámbricas a escala milimétrica, dentro de un mismo dispositivo. Imaginemos por un momento una pantalla de LCD. En vez de recurrir a clásicos y costosos circuitos integrados, esta tecnología de Sony transmitirá de forma completamente inalámbrica la creciente cantidad de datos que artefactos como un LCD necesitan "mover" para funcionar correctamente. Las transmisiones operarán con una frecuencia de 30Ghz a 300Ghz, y una longitud de onda entre uno y diez milímetros. La frecuencia es tan alta que las velocidades de transferencia son en verdad impresionantes: Once gigabits por segundo a través de catorce milímetros, algo así como 1.3 gigabytes por segundo, una velocidad que los actuales sistemas wireless hogareños sólo pueden soñar.
Aún no se sabe cuándo podrá Sony implementar esta tecnología en sus dispositivos, pero a pesar de los evidentes beneficios económicos, surgen algunas preguntas. Se especula que esta tecnología podría aumentar de forma considerable el consumo de energía de un dispositivo, aunque en Sony han declarado que una transferencia de once gigabits por segundo sólo demandará 0.07 watts de energía. Por otro lado, hay preocupación por el incremento en la cantidad de señales. Si bien se habla de distancias muy cortas (14 mm), un dispositivo emitiría muchas más señales de las que hoy emite un aparato convencional, y puede que aparezcan algunos interrogantes en materia de salud, más allá de que tengan fundamento o no. De todas formas, Sony no hubiera presentado algo como esto si no estuviera listo para implementarlo. Sólo queda esperar a ver cuáles son los dispositivos que primero se beneficien de esta tecnología.