Una de las mejores cosas que tiene el fútbol de mesa (léase futbolito, fulbito, metegol, o el futbolín español de dos piernas) es que pueden participar hasta cuatro personas a la vez, pero a la hora de practicar solo, no es algo muy entretenido que digamos, a menos… que haya un robot del otro lado. Un ingeniero recién salido de la UC Berkeley combinó sus conocimientos con una buena dosis de inteligencia artificial, y el resultado, es un futbolito robótico que mejora con cada partido.
Hace ya más de quince años, en un intento por incrementar su recaudación y “mejorar” la calidad de los recreos de los alumnos, el bufé de mi escuela secundaria decidió instalar un fulbito. Dos meses después, el fulbito fue retirado bajo órdenes estrictas de la dirección… básicamente porque los alumnos se escapaban de las clases para ir a jugar. Quienes consumen y disfrutan del fútbol seguramente pueden entender por qué sucedió eso. No importa si lo ves en una pantalla, si lo juegas en el campo o si gastas el poco dinero que te queda en una mesa, el bicho del fútbol es implacable una vez que pica. La reciente producción argentino-española conocida como “Metegol” revitalizó parcialmente la adquisición de futbolitos, pero lo que nos trae aquí hoy no es el logro de la película animada más cara de América Latina, sino el desarrollo del ingeniero Saba Khalilnaji de la UC Berkeley.
Después de tomar un curso sobre Inteligencia Artificial a través de EdX y aplicar sus amplios conocimientos de robótica, Saba creó un futbolito autónomo. Para mejorar la habilidad del robot, Saba ha explorado diferentes métodos de aprendizaje (supervisado, no supervisado, y reforzado) utilizando los llamados “procesos Markov de decisiones”. No es un material particularmente sencillo de digerir, pero creo que la pregunta de fondo permanece intacta: ¿Qué tan bien juega el robot? Por ahora… es bastante malo, o mejor dicho lento, pero con la suficiente cantidad de juegos, y algunas mejoras en su estructura, no hay dudas de que podría convertirse en un serio oponente para cualquier entusiasta.