La mayoría de nosotros se mostraría escéptico ante la afirmación de que es posible quemar el acero. Sin embargo, es algo que se puede hacer sin problemas, siempre y cuando se cumplan algunas premisas. Si quieres experimentar un poco, puedes intentar crear estos fuegos artificiales caseros que se basan, justamente, en la oxidación rápida de pequeñas hebras de acero. Si practicas ahora, a fin de año tendrás el espectáculo más colorido de la cuadra.
Antes de comenzar, y aún a riesgo de sonar como tu mamá cuando te reta, te recordamos que como cualquier otro experimento casero que involucre fuego, debes tener mucho cuidado para no terminar con alguna quemadura o incendiar un par de casas. Se muy cuidadoso, en extremo. Aclarado esto, veamos cómo podemos hacer, en pocos minutos, unos estupendos fuegos artificiales caseros.
Necesitamos un de rollo de lana de acero, de los más finos, como los que se utilizan para limpiar los cacharros de cocina. Debemos estirar el rollo de forma que quede delgado (tira con confianza, que no se cortará) y de unos 30 centímetros de largo. Una vez hecho esto, lo fijaremos al extremo de un trozo de alambre, cable de acero o incluso un pedazo de conductor eléctrico. Aquí puedes usar cualquier cosa que no se queme. Antes de seguir, asegúrate de estar fuera de tu casa: nadie debe usar fuegos artificiales dentro del hogar, ¿entendido?
Cuando tengas listo todo, arrimas un mechero al extremo libre de la lana de acero, y verás como comienza a arder. Lo hará muy lentamente, ya que, como es lógico, el acero no es precisamente el mejor material del mundo para quemar. Pero, como ocurre en toda reacción de este tipo, si incrementamos dramáticamente la cantidad de comburente (oxígeno, en este caso), la oxidación se acelerará enormemente.
La forma más fácil de proporcionar oxígeno a la combustión es mejorar el flujo de aire alrededor de la lana de acero. Para eso, basta con que hagas girar como un poseso el trozo de alambre (cuidando de no quemarte). Verás como comienzan a salir una gran cantidad de chispas, generando un espectáculo digno de una película de Hollywood. Como ves, a veces gastando solo unas monedas puedes obtener un buen rato de diversión. Y, repetimos, NO TE QUEMES. Viste ropa que cubra tus extremidades, un par de guantes, gafas protectoras y algo que cubra tu cabello. Asegúrate, además, que no haya nada combustible alrededor de la zona. Por último, si eres menor de edad, pídele ayuda a tus padres, ni se te ocurra hacerlo por tu cuenta. MUCHO CUIDADO.