Definir al fuego como plasma es un tema que enfrenta incluso a expertos en física y química, por lo tanto, las expresiones más populares apuntan a «casi plasma» o «plasma parcial». Algo en lo que sí están de acuerdo es que el fuego calienta y quema… ¿pero y si fuera posible crear un fuego frío/plasma frío? Bajo las condiciones correctas, el fuego frío congela lo que toca, y el canal The Action Lab en YouTube tiene dos vídeos con excelentes demostraciones.
Fuego y plasma
«Fuego: Oxidación acelerada de un material bajo el proceso de combustión. La llama es la parte del fuego que emite luz visible, y el proceso es exotérmico, por lo que también emite energía en forma de calor.». Una descripción genérica y de manual sin lugar a dudas.
Pero si tratamos de explorar su relación con el plasma, ahí la historia se complica. Para algunos, cuando un gas alcanza la temperatura mínima que le permite ser visto, es un plasma. Para otros, todo depende del nivel de ionización, y en el caso del fuego, no sería tan alto.
Entonces… ¿medio plasma? ¿Semi plasma? Si eso suena demasiado confuso, busquemos los puntos en común. El fuego y el plasma son calientes, y la idea de que puedan transformarse en algo «frío» es contradictoria… a menos que alteremos sus condiciones un poco. Eso fue lo que hicieron en el canal The Action Lab, el mismo del dron dentro del ascensor, y de la señal de Internet a través del agua. ¡Fuego frío!
¡Fuego frío!
Todo comienza con un electrodo, el cual alcanza decenas de miles de voltios. El potencial es tan alto que el gas alrededor del electrodo se ioniza.
La clave para convertir a ese fuego/plasma en frío, es desplazar la energía térmica conservando los electrones libres. Para ello es necesario un gas que se ionice con facilidad, y que presente una conductividad térmica superior. En una palabra, helio.
Al ajustar el flujo del gas, su circulación se vuelve lo suficientemente rápida para lograr que los iones no acumulen energía térmica, pero no así los electrones libres.
Entonces, ¿por qué esos electrones no nos queman? La respuesta es que no poseen la masa necesaria. Eso transforma al fuego frío en un excelente esterilizador, destruyendo virus y bacterias superficiales sin quemar material.
El fuego que congela cosas
Sin embargo, el experimento del primer vídeo es a temperatura ambiente. Para crear fuego frío que congela lo que toca, la solución es reducir drásticamente la temperatura del gas.
En este punto se abre todo un abanico de posibilidades, pero The Action Lab siguió la ruta del hielo seco, colocado sobre un serpentín de cobre. Esto provoca que la temperatura del helio baje a unos -78 grados Celsius.
Lo más complicado es filmar el congelamiento (se ve mejor con mucha luz, aunque eso «tapa» al plasma), pero el atajo fue mojar los objetos antes de colocarlos cerca del electrodo.
Interesante nota. Habría que explorar un poco más esa idea de que un gas que a cierta temperatura “se ve”, ahí se convierte en plasma. Hay varios gases coloreados a temperatura ambiente y no son ionizados, como por ejemplo el cloro (verdoso), el óxido nítrico (rojizo), etc. Y con respecto a la llama que congela, ¿cómo asegura que lo que está congelando no es el gas tan frío que tiene que usar? Tendría que hacer un “blanco” sin la llama, para ver si hay congelación o no. Saludos!!