En este mismo momento en el que lees estas líneas, existe una red en operación que privilegia, por sobre todas las cosas, la libertad de expresión y el anonimato. Por supuesto, ambas son armas de doble filo, debido a que aquello que le da a alguien perseguido una vía para expresarse, también puede ser usado por los peores representantes de nuestra raza. Freenet no es solamente una red p2p que evita la censura. Es un ejercicio ético que llega en un momento en el cual se puede observar el más elaborado movimiento por parte de las autoridades para controlar a la Web. Neutralidad en la red en una de sus máximas expresiones. Si crees estar listo, echa un vistazo.
Libertad de expresión y censura. Intercambio de archivos y piratería. SOPA, PIPA, ACTA, OPEN. Control y libre albedrío. 2012 nos arrojó todo esto a la cara, y la situación no va a cambiar en el corto plazo. Los gobiernos buscarán, de una forma u otra, aplicar cierto nivel de control sobre la Web. Los usuarios volverán a reaccionar de forma similar a la vez del apagón, y obviamente, los elementos más radicales se expresarán con acciones más agresivas. Parece un círculo vicioso, y nadie está dispuesto a ceder. Sin embargo, casi siempre se olvida el hecho de que la innovación surge de la necesidad. Si mañana la Web se convierte en una red llena de candados y sistemas de vigilancia, los usuarios tendrán alternativas. Usarán las ya existentes y se adaptarán a ellas, o crearán nuevas desde cero. Una de estas alternativas es Freenet, un proyecto que lleva cerca de doce años entre nosotros, y del cual hemos hablado en el pasado.
He leído en varias ocasiones que Freenet se presenta como un reemplazo a BitTorrent. Freenet es en esencia una red P2P, por lo cual compartir archivos es una de sus tantas funciones, pero estaríamos en un error si consideramos a Freenet únicamente para el rol de plataforma de intercambio. Imagina a Freenet como una especie de caché gigantesco, distribuido a través de todos sus nodos. Al trabajar de esta forma, quien ha publicado un sitio o colgado un archivo no está obligado a mantenerse en línea para compartirlo. El contenido de Freenet es repartido entre los nodos al momento de su carga, y cuando alguien realiza una solicitud, se obtiene un trozo de cada uno de ellos. No hay conexiones directas ni reconocimiento de nodos, garantizando así un alto nivel de anonimato. Como si eso fuera poco, Freenet posee varios niveles de seguridad, que parten desde dos tipos de conexión: Opennet y Darknet. El primero le da a Freenet un comportamiento de conexión más abierto, con todos los usuarios conectándose entre sí. Por otro lado, Darknet funciona al conectarse solamente entre amigos y conocidos que hayan intercambiado sus “referencias de nodo”, un equivalente a una clave pública.
La primera impresión tal vez parezca un poco frustrante, pero en realidad es muy sencillo acceder a Freenet. En el caso de Windows, lo único que debes hacer es descargar su instalador, para luego configurar algunos parámetros adicionales. Los desarrolladores recomiendan que utilices un navegador diferente para recorrer a Freenet, y en caso de que poseas a Google Chrome instalado, Freenet lo usará por defecto en Modo Incógnito. No se recomienda la utilización de Internet Explorer, pero aquellos que prefieran navegar con Firefox u Opera, lo único que deben hacer una vez que Freenet está instalado y ejecutándose, es ingresar la dirección “http://127.0.0.1:8888”. Luego deberás escoger si deseas conectarte por Opennet o Darknet (si no conoces a nadie, Opennet será tu primera opción), la cantidad de espacio en disco asignada a la “tienda de datos” (puedes comenzar con 1 GB), y finalmente, cuánto ancho de banda estás dispuesto a compartir. Freenet no debería usar más de la mitad disponible, por lo tanto, puedes escoger una de las entradas preestablecidas, o ingresar los valores manualmente. Un detalle a tener en cuenta es que tanto Opennet como Darknet tienen un puerto UDP asignado. Aunque no estás obligado a abrir estos puertos en tu router, se recomiendia para obtener un mejor rendimiento.
No hay lugar a dudas cuando decimos que Freenet tal vez sea una de las mayores expresiones de neutralidad en la red. ¿Por qué? Porque dentro de Freenet encontrarás todo lo que se puede esperar de la Web (si bien en menor cantidad), de un extrremo al otro. Desde blogs personales, portales con información técnica y sitios dedicados a causas como Occupy Wall Street, hasta descargas de warez en todas sus variantes, legales e ilegales. Su buscador (que dicho sea de paso no funciona tan bien) no posee ninguna clase de filtro, por lo que en ciertos momentos sentirás que navegas en una verdadera anarquía. Freenet ofrece libertad de expresión, solo que en una versión destilada y concentrada. Algunas cosas pueden caerte mal, y la misma red lo advierte a cada paso con mensajes de “Ten Cuidado”. Varios portales no han sido actualizados en un largo tiempo, un detalle que tal vez confirma el perfil experimental de Freenet. Puede que algunos simplemente hayan creado un sitio para ponerlo a prueba en Freenet, y lo hayan abandonado al poco tiempo. En cambio, los sitios más importantes reciben varias actualizaciones diarias. Tu primera parada será Linkageddon, un concentrador de enlaces a todo lo que está en Freenet, sin importar la fecha de publicación, el contenido o su origen.
Se dice que la seguridad es incómoda, y que la privacidad tiene su precio, más allá de que ese precio no tenga relación con dinero. No podemos negar que Freenet es relativamente fácil de usar y requiere de una configuración mínima (a menos que operemos bajo un entorno no convencional), pero debido a su naturaleza anónima, el punto más débil de Freenet es la velocidad. La gran mayoría de los sitios presentes en la red trabajan con texto plano, por lo que ofrecen una carga relativamente rápida, y no encontrarás animaciones pesadas ni nada que se le parezca, pero hasta la carga más sencilla de imágenes será todo un ejercicio de paciencia. Hay muchos factores que influyen directamente sobre la velocidad de Freenet, sin embargo, aún asignando la mitad de mi conexión (tanto de subida como de bajada), debo decir que la experiencia fue regular en el mejor de los casos. Ahora, si un archivo o un sitio es extremadamente popular, adquiere cierta “prioridad” de descarga, haciendo que su acceso sea más veloz. Eventualmente, cuanto más tiempo pases dentro de Freenet, y más espacio y ancho de banda compartas, mayor será la velocidad. Cuánto tiempo hay que esperar es algo que honestamente no puedo responder, pero en el sitio oficial hablan de un promedio de 24 horas para que la conexión alcance su máximo potencial.
Bien, ahí lo tienes. Freenet está al alcance de tu mano, y sólo tú eres quien tiene el poder para decidir usarlo. ¿Es acaso una herramienta adecuada para utilizar diariamente? Teniendo en cuenta un detalle como el rendimiento, la primera respuesta que nos viene a la mente sería “no”, pero eso en realidad depende de las circunstancias a las que el usuario debe enfrentarse. En Occidente aún contamos con una importante capacidad de expresión, y estamos luchando para que eso no cambie. Por otro lado, hay países en los cuales una persona puede ser extraída de su hogar en plena noche y detenida por las autoridades por haber escrito algo con su teclado que no le cayó bien a un funcionario del gobierno. Hay reportes de que Freenet está siendo utilizado en China, pero la forma en la que trabaja la red impide tener registros precisos. Para finalizar, creo que velocidad y comodidad a cambio de anonimato y libertad de expresión es un intercambio más que razonable para quien necesite o acepte realizarlo, y no es algo que solamente se aplique a la red Freenet, sino también a otras tecnologías como es el caso de Tor. Espero que Freenet te sea útil, pero hablando un poco con el corazón, espero que nunca tengas que usarlo.