Revolucionario invento que pone patas arriba el mundo de la fotografía digital. Se trata de una cámara cuyo software funciona en modo “open source” para que cualquier persona pueda modificarlo y convertir su aparato en un modelo de élite o al menos configurarlo para dejarlo totalmente a su gusto. Gran idea que no entendemos cómo no se le había ocurrido a nadie antes. Estamos en la era de los códigos abiertos y la fotografía digital no podía ser menos. Larga vida al open source.
No vamos a hacer el chiste fácil con el nombre de la cámara pero hay que reconocer que se las trae. Marc Levoy y Andrew Adams de la Universidad de Stanford, quieren revolucionar el competido sector de las cámaras digitales. La idea no puede ser más simple y a la vez más poderosa. Se trata de diseñar un software que gestione el corazón digital de los aparatos pero desde un punto de vista de código abierto, es decir, que sea accesible a todo aquel que desee modificar o añadir sus líneas maestras para lograr mayores prestaciones o personalizaciones ajustadas al gusto del usuario.
Pensad en las posibilidades que tendría esto si surge una comunidad de programadores de todo el planeta que se ponen a generar nuevas ideas sobre el funcionamiento de la máquina e implementan prestaciones que hoy día nos parecerían de ciencia ficción. Por no hablar de que los costes de esta cámara serían muy contenidos(menos de 1000 dólares) y probablemente la encontraremos pronto en cualquier gran superficie.
Hasta ahora, las cámaras digitales no dejaban manipular ninguno de sus parámetros. Debíamos contentarnos con las rígidas posibilidades que nos ofrecen las marcas. Los elementos que definen el funcionamiento de un dispositivo computacional de fotografía, como la obturación, foco, exposición, flash, etc. pasarían a estar controladas por el propio usuario. Siendo esto así, no podemos ni imaginar hasta donde podrían llegar los inquietos programadores que se dedicaran a diseñar nuevos parámetros o afinar tanto los habituales que nos sorprendiera la extraordinaria calidad a donde podrían llegar.
Tampoco olvidemos que gran parte de los rendimientos de estas máquinas se encuentra en la calidad física de los objetivos y en las características técnicas del sensor. Contra eso no se puede luchar a base de software, pero para todo lo demás, se pueden lograr unas funciones que ninguna otra cámara implementa ni en sueños, aparte de que podremos descargar las nuevas funcionalidades desde una web e incrementar las prestaciones sin límites. Además, esto huele bien porque Nokia, Adobe Systems, Kodak y Hewlett-Packard ya están involucrados en el proyecto. Por algo será. A mi me parece que estamos ante un punto de inflexión que va a disparar las cámaras digitales hasta el infinito y más allá.
