Uno de los especialistas más temidos en los combates tradicionales ha sido siempre el francotirador. Desde su escondite puede reducir a un pelotón entero sin apenas gastar balas ni sufrir daños. Hasta ahora la única manera de situarlo se basaba en groseras aproximaciones subjetivas por parte de los soldados o mediante algunos dispositivos muy caros y poco exactos. Ahora se hace posible localizarlos con precisión milimétrica en el momento que disparan un solo tiro. Se les acabó la impunidad a estos figuras.
La temible eficacia de los francotiradores ha sido legendaria en los enfrentamientos bélicos, sobre todo a partir de la 2º Guerra Mundial, en donde los rifles se encontraban ya bastante desarrollados para alcanzar enormes distancias son sorprendente precisión. Las estadísticas militares han revelado que normalmente se necesitaban 25.000 disparos para matar a un soldado, sin embargo, el francotirador necesitó un promedio de 1,3. Estos especialistas del ataque furtivo fueron tan odiados como temidos, pues el resto de soldados consideraban una traición supina el modo tan rastrero que tenían de matar.
El Sargento Frank Kwiatek, especialista vocacional en eliminar francotiradores, contaba que uno de sus hombres asomó la cabeza por encima de un seto para disparar pero fue alcanzado en la cabeza por un disparo proveniente de un rifle oculto. “Sus sesos me salpicaron toda la cara…Nunca me encontré tan enfermo en mi vida” recuerda Kwiatek. Sus dos hermanos fueron asesinados por francotiradores alemanes y desde entonces juró convertirse en un cazador de este tipo de soldados. Se enorgullecía de haber segado la vida a decenas de ellos. “Me gusta verlos caer. Cuando caen casi puedo ver a mis hermanos sonriéndome. Me gusta disparar a los francotiradores especialmente; Son tan rastreros”.
Estos expertos de la precisión mantuvieron en jaque a todo un ejército aliado en las batallas a campo abierto. Se posicionaban en cualquier rincón oculto y una vez efectuado el primer disparo y acabado con la víctima (que solía ser un mando), cambiaban rápidamente de lugar y se volvían prácticamente invisibles para el enemigo. Incluso el mundo de la cultura ha prestado atención a estos legendarios expertos del combate oculto, filmando películas referidas a ellos como “Enemigo a las puertas”(2.000) o “Shooter:El tirador“(2007). En el ámbito de los videojuegos también se les ha rendido homenaje en productos como Sniper Elite, excelente juego donde el protagonista es un francotirador, y otros en donde aparece de modo marginal pero muy bien documentado, como el fantástico Call of Duty 4, que te permite ponerte en la piel del protagonista con un espectacular Barret 0.50 que tiene en cuenta hasta la dirección y velocidad del viento para realizar un disparo certero.
Pues bien, ahora el DARPA se está encargando de que la misión del francotirador no sea tan fácil a partir de ahora ya que han encargado a la Universidad de Vanderbilt un sistema de localización específico para este tipo de soldados y que parece que está funcionando de forma excelente. Los ingenieros del Instituto de Software de Sistemas Integrados (ISIS) han desarrollado un sistema para que los soldados puedan emplear ésta tecnología en sus cascos de combate mediante unos nodos inteligentes basados en una red de sensores inalámbricos. Este dispositivo puede mostrar la ubicación de los tiradores enemigos en tres dimensiones y hasta identificar con precisión el calibre y el tipo de armas que están empleando.
En la actualidad los sistemas de localización de disparos se basan en las ondas sonoras que genera un rifle de alta potencia al ser utilizado. Estas señales acústicas tienen características que las distinguen y que permiten a los sistemas recoger los múltiples sonidos a diversas frecuencias, localizando su origen por medio de trazados. Los sistemas existentes, sin embargo, confían exclusivamente en sensores centralizados o autónomos. Esto limita la exactitud y restringe la identificación de tiradores en la línea de combate. Por el contrario, el sistema ISIS combina la información de una serie de nodos para triangular las posiciones del tirador y mejorar la exactitud de su ubicación en el proceso de identificación.
También utiliza una técnica patentada para filtrar los ecos que pueden desprenderse de otros sistemas de detección acústica, según explicaba Akos Ledeczi, ingeniero y director del proyecto del ISIS. “Cuando DARPA (Defense Advanced Research Project Agency) nos dio la cesión de la creación de un sistema de localización de tiradores mediante nodos con capacidades muy limitadas, no creía que pudiésemos resolver los problemas técnicos”, reconocía Ledeczi.
Cuando un fusil de alta potencia se dispara, genera dos tipos diferentes de ondas de sonido. La primera sería la propia onda expansiva que se proyecta al exterior en una onda esférica por la explosión de los gases. La segunda es una onda de choque cónica que se produce por la bala, ya que viaja a velocidades supersónicas. Cada nodo del sistema de ubicación de tiradores contiene un conjunto de cuatro micrófonos sensibles. Si al menos tres de los micrófonos en un único nodo detectan el punto de explosión, la información permite calcular la dirección de donde proviene el sonido a través de un avanzado microprocesador.
Si además también se cuenta el tiempo de llegada y el ángulo de la bala junto al sonido del disparo, calculará con precisión extraordinaria la ubicación del tirador. El sistema ISIS comunica sus conclusiones con los asistentes digitales personales que llevan los soldados. Estos asistentes son PDAs, en las cuales se cargan los mapas con las imágenes de la superficie sobre la que el tirador se encuentra, mostrando con todo detalle su localización. El rango de precisión es de unos pocos metros, incluso con tiradores situados a 300 metros de distancia.
En las pruebas reales se demostró que el sistema puede ubicar los rifles incluso cuando están disparando a la vez que una ametralladora. También se comprobó que puede identificar la ventana en la cual se está disparando, incluso cuando el fusil está completamente en el interior del edificio, una técnica muy utilizada por francotiradores bien entrenados. Estas pruebas se realizaron con los sensores en una ubicación fija. Uno de los problemas con el uso de redes de telefonía móvil ha sido el seguimiento de las posiciones de los nodos móviles con la suficiente precisión.
El GPS estándar no es fiable para lugares con este propósito ya que la cobertura por satélite puede ser irregular en los entornos urbanos. El equipo de ISIS resolvió este problema añadiendo un chip de radio de bajo costo que les permite realizar el seguimiento de la posición relativa de los nodos de alta precisión utilizando interferometría de radio. Los actuales sistemas de localización de tiradores son muy caros, con precios que van desde los 7.500 euros hasta los 38.000 euros por unidad. Por el contrario, la totalidad de un nodo para el sistema ISIS sólo pesa algo más de las cuatro pilas AA que incorpora y con un precio más que razonable de fabricación (unos 750 euros), lo cual ayudará a la implementación de ésta tecnología a los ejércitos de forma más extendida. Se les acabó el chollo a los francotiradores.