Lisandro Pardo
Con el lanzamiento del Oculus Rift ya definido en el horizonte, la realidad virtual puede darse el lujo de explorar otras alternativas más de cerca. Una que se ve muy prometedora es FOVE, y su carta fuerte es la capacidad de rastrear el movimiento de los ojos. FOVE no sólo promete un control más fino e intuitivo en los videojuegos, sino que también se postula como un excelente recurso para aquellas personas que sufren una discapacidad física.
Todos estamos de acuerdo en que la realidad virtual (y también la realidad aumentada) necesita ir mucho más allá del entretenimiento para demostrar su valor. A pesar de todas las demos que vimos hasta aquí, el aspecto del software tiene mucho trabajo por delante, y si no surgen varias «aplicaciones estelares» antes de que los primeros cascos den sus gritos de guerra en las estanterías, esa falta de equilibrio va a causar muchos problemas. Aún así, creo que todavía estamos lejos del punto de saturación en el hardware. Siendo honestos, no hay un solo casco virtual en versión final, y todo lo que podemos comprar por ahora son kits de desarrollo. Este pequeño detalle hizo que el encuentro entre la realidad virtual y el crowdfunding fuera inevitable. Los primeros pasos comerciales del Oculus Rift fueron por esa vía, y es lógico esperar que muchos otros proyectos traten de reproducir su éxito. Uno de ellos, es FOVE.
¿Qué tiene de diferente FOVE? ¿En qué punto supera a la competencia? De acuerdo a sus desarrolladores, FOVE es el primer casco virtual con rastreo ocular. La idea de seguir el movimiento de los ojos no es nueva, pero implementarla en un formato tan compacto definitivamente merece nuestro interés. Uno de los aspectos más importantes en el rastreo ocular de FOVE es que una aplicación puede incrementar el nivel de detalle exactamente sobre el punto al que miramos, en vez de desplegarlo sobre cada píxel, lo que equivale a una distribución más eficiente de los recursos disponibles. También se añade un componente interactivo cuando miramos a ciertos personajes, que pueden reaccionar e incluso imitar expresiones. Por supuesto, todo esto necesita el respaldo del software adecuado, pero el potencial está allí. Una buena prueba es el proyecto que FOVE llevó a cabo con la Escuela de Necesidades Especiales de la Universidad de Tsukuba. Allí, el casco FOVE fue utilizado por un pequeño discapacitado para tocar el piano en un concierto sin utilizar sus manos… sólo sus ojos.
Bien, ahora los números: FOVE está buscando 250 mil dólares en Kickstarter, y hasta aquí ha recibido poco más de la mitad. El precio del casco es de 375 dólares, mientras que la edición de desarrollo asciende a 399 dólares. El único problema es que ambas comparten la misma fecha de lanzamiento: Mayo de 2016. Sería mucho más lógico si los desarrolladores tuvieran acceso anticipado tanto al hardware como al SDK, aunque anticipan que no será complicado trasladar contenido existente a FOVE, ya que existirá soporte para Unity, Unreal Engine y Cryengine.
