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Ford: ¿Un nodo WiFi por coche?

Un coche puede estar relativamente conectado en estos días. Un GPS  brinda información en pocos segundos, y algunos sistemas integrados recurren a conexiones 3G para recibir datos de la Web misma. Sin embargo, lo que está pensando Ford va mucho más allá. En vez de simplemente acceder y tomar datos de una red WiFi, la idea es que un coche se convierta en un punto de acceso completamente operacional, que pueda comunicarse con otros vehículos, intercambiando datos y manteniendo informado al conductor sobre posibles cambios en el tráfico, entre otras cosas.

Hablar de “coches inteligentes” puede parecer un exceso para algunos. La mayoría de los usuarios sólo quiere que sus vehículos funcionen sin mayores inconvenientes, pero la tendencia de los fabricantes a ofrecer un “valor agregado” en sus productos está bien establecida. Navegación satelital, actualizaciones en tiempo real y acceso multimedia son apenas tres de las tantas cosas que podemos encontrar en un vehículo de última generación, pero si tomamos en cuenta los dichos de la gente de Ford, eso no parece ser suficiente. Hace un tiempo mencionamos que Ford tenía en sus planes traer el sistema SYNC a Europa. Ahora, el siguiente paso estaría en las redes inalámbricas, pero no de la forma en que las usamos cotidianamente. ¿Imaginas a cada Ford en la calle convertido en un nodo WiFi?

De acuerdo a Paul Mascarenas, CTO y Vicepresidente de Investigación, no sería algo por siempre imaginario. El concepto se basa en una red WiFi de alto poder y con cifrado avanzado, capaz de realizar conexiones punto a punto entre coches con un rango de media milla, poco más de 800 metros. Estas conexiones tendrían como objetivo principal el intercambio de datos y alertas entre vehículos, como por ejemplo un repentino uso de los frenos, u otra circunstancia que pueda derivar en un riesgo. A pesar del límite teórico en el alcance, como cada coche sería en efecto un punto de acceso, vehículos que se encuentran a kilómetros de distancia podrían recibir información “retransmitida”, alertando sobre demoras en el tráfico u otros incidentes.

Mascarenas destaca el costo que tiene la congestión de tráfico en estos días. En una reciente visita a Chicago, mencionó que el tiempo perdido de traslado durante un año puede equivaler a una semana laboral entera, y particularmente en la ciudad de Chicago, el número puede llegar a unas setenta horas. Se necesitaría de un coche conectado cada diez para lograr una adminsitración eficiente de tráfico, pero si los parámetros se elevan a la seguridad personal, el número asciende a uno sobre tres. Reservar un estacionamiento y pagar un peaje por anticipado podrían ser dos de las tantas aplicaciones para esta “súper-red WiFi móvil”, pero todo indica que habrá que esperar bastante. El mismo Mascarenas deslizó que incluso modificando vehículos antiguos que no tengan esta capacidad de comunicación, se necesitarían unos diez años, incluyendo el tiempo para resolver la “legalidad” de una red así.

Escrito por Lisandro Pardo

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