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Football Manager 2006

En época de mundial, es común que todos los fanáticos del fútbol nos pongamos el traje de director técnico. Gracias a Football Manager 2006, podremos descubrir qué tan buenos somos para ese cargoLos juegos de manejadores (manager) de fútbol no abundan en este mercado. Championship Manager fue el último gran exponente, y junto a PC Futbol, sostuvieron un género que alberga a una gran comunidad de seguidores. Parte de ese público quisieron atraer las compañías EA Sports y Konami, con sus modos Carrera -para FIFA y Winning Eleven, respectivamente- que incluyen ciertas características tomadas de los manejadores.

Hoy tenemos a Football Manager 2006, un título que eleva la simplicidad del concepto de los juegos de manager hacia un nivel superior. La base de datos que trae es impresionante; es tan compleja que, si bien requiere un mínimo de 256 MB de memoria RAM, hace falta 512 MB para poder utilizarla en todo su esplendor. Están presentes los equipos de primera, segunda y, en ciertas ocasiones, hasta de tercera división de los países más importantes de cada continente. El número total sorprende, pero la oferta no termina acá: con algo de sacrificio y mucho trabajo, podemos llegar a ser entrenador de la selección nacional de un país, ya sea juvenil o la mayor.
Por si derrotar al ordenador no los satisface, la alternativa de juego en red permite competir contra otros chavales y demostrarles quien sabe más del deporte rey a la hora de conducir un equipo. ¿Están preparados para soportar la presión de la hinchada?

Como técnico desempleado, lo primero que necesitamos es una institución que requiera nuestros servicios. Aunque es posible elegirla, la cartelera oficial muestra algunas ofertas y podemos escoger cualquiera de ellas. Teniendo el puesto asegurado (al menos por un tiempo), hay que poner manos a la obra con el proyecto.

Como el equipo siempre necesita algún que otro ajuste, las incorporaciones no se harán esperar. Para ello, disponemos de un complejo motor de búsqueda de jugadores, que muestra -de cada uno- más de treinta cualidades que definen un promedio del 1 al 20 como el parámetro principal. Antes de desembolsar hay que comprobar que el presupuesto alcance y lograr una buena administración de las finanzas. Si no nos decidimos entre un jugador u otro, se puede hacer una rápida comparación de características y ver cuál resulta ser la mejor opción. No todo termina allí; si no ofrecemos un buen sueldo a las posibles incorporaciones, la negativa será rotunda y terminaremos recolectando jugadores libres (sin contrato), que constituyen la última alternativa válida de refuerzos.

Teniendo el equipo medianamente armado (seguramente no sea el ideal), empieza la pretemporada. El calendario muestra los partidos amistosos organizados por las autoridades superiores, pudiendo optar por cumplirlos o no, o arreglar nuevos encuentros. El complemento ideal es el entrenamiento; hay esquemas predefinidos que suelen dar buenos resultados, pero aquí también es posible personalizarlo a gusto, tanto para el equipo en su conjunto o para un determinado jugador. La puesta a punto de los futbolistas es fundamental para tener un arranque prospero del campeonato, y todas las variables tienen su influencia durante el desarrollo.

El momento decisivo llegó. Todo el esfuerzo de los dos meses previos se verán en el primer partido del torneo. Por supuesto, de todo el plantel se extraen los once titulares del equipo, y esta decisión está dada por cuestiones como el estado de ánimo, condición física y cualidades de cada uno. Como dice la conocida frase: “Juega el que está mejor”. Teniendo los once en mente, hay que ajustarlos a un esquema de juego y una formación en particular. Ser ofensivos teniendo una buena defensa y un mediocampo recuperador es una de las tácticas más efectivas. Contamos con una libertad bastante amplia para definir cada uno de estos aspectos, aunque encontramos ciertas fallas como la imposibilidad de hacer jugadas preparadas y de ubicar a los jugadores en cualquier sector de la cancha. Son detalles menores, pero no dejan de limitar nuestra creatividad a la hora de plantar el equipo en el terreno de juego.

Cuando comienza a rodar la bola, el juego nos ubica en una perspectiva panorámica superior (en dos dimensiones), observando un tablero con fichas redondas (los jugadores) y una pelota que vuela de aquí para allá. Si les resulta tedioso mirar todo el desarrollo, podemos optar por observar sólo las jugadas más importantes o, directamente, un resumen del partido. Como buen director técnico, existe la posibilidad de hacer recambios de jugadores o en la estructura táctica, dependiendo de lo que refleje el marcador. En esta situación, la pantalla se muestra repleta de información relacionada al campo de juego, para que no nos perdamos de ningún detalle.
Que no haya una representación en tres dimensiones del partido y la falta del ambiente típico de un estadio de fútbol, le quita un poco de emoción al juego. Sin embargo, si recordamos los videojuegos de manager que intentaron implementar estas características (obteniendo malos resultados), esta decisión está plenamente justificada.

Si tenemos la suerte de llegar al final de la temporada (ya que podemos renunciar antes, ser despedidos por la dirigencia o tomarnos un descanso considerado), nuestra experiencia ira en aumento y estaremos mejor preparados para la siguiente. Dependiendo de la posición del equipo, incluso quizás tengamos que jugar copas internacionales, además de la liga tradicional. En cambio, si dejamos a la institución en peligro de descenso o -peor aún- en una categoría inferior, habrá que ir pensando en otro club. En Football Manager 2006, los resultados adversos pesan tanto como en la realidad.
Al continuar en el cargo, durante este periodo se abre nuevamente el libro de pases para volver a incorporar nuevos jugadores y vender los propios, arreglar contratos, mejorar premios y diversas cuestiones relacionadas. De esta manera, con una mejor preparación -y mayor experiencia- es el turno de encarar los nuevos desafíos.

Football Manager 2006 es uno de los juegos más completos de su estilo. Los seguidores de Championship Manager deberían prestarle atención, ya que comparte varias similitudes con éste. Si tienen la suficiente paciencia para dominar la interfaz y no se aturden con los innumerables parámetros a controlar, la experiencia resulta de lo más satisfactoria.

Promedio: 75%

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Escrito por editorwp_6720

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