Desde ahora puedes tachar un ítem más en tu lista de Cómo convertirse en Aquaman, pues el invento que nos trae Franky Zapata te podrá dejar hacer uno saltos de hasta 9 metros de altura sobre el agua para atrapar a los malhechores que emerjan a superficie al emprender su escape. Se trata de un jetpack que está ubicado en las botas de tu traje de neopreno y que con una fuerza de 100 caballos de fuerza, te levantará por el aire como si fueras un delfín. Les presentamos el FlyBoard.
Desde el momento en el que a una tabla de madera le introdujeron una rueda, cualquier cosa que pueda ser rideable (que se pueda montar), logra tener algún visionario que la convierte en deporte extremo. Las pruebas están a la vista en cualquier canal de YouTube, pero también en los próximos X-Games donde las formas de experimentar la adrenalina son cada vez más estrafalarias. El caso del Flyboard no es excepcional, pues retoma una vieja idea y la mejora para crear –tal vez- una nueva disciplina deportiva.
El Flyboard, inventado y demostrado por Franky Zapata (piloto profesional de jet sky náutico), quiere establecerse como un nuevo juguete con miras profesionales para los atletas extremos al mostrar un sistema de propulsión acuática que puede elevar a su piloto hasta 9 metros por encima del agua para hacer todo tipo de trucos aéreos con su cuerpo. Para esto hace uso de propulsores a chorro de agua que, a modo dejetpack, generan la fuerza suficiente (100 caballos de fuerza) para mantener al sujeto tanto a alturas impactantes como en levitación controlada.
Si el vídeo te hace recordar a JetLev Flyer, tu capacidad de asociación es perfecta, pues el FlyBoard reconoce tener como modelo de inspiración a ese sistema. El caso es que en aquél, la propulsión se ejecuta desde la parte trasera, o como le dicen en el barrio, desde la espalda. En cambio en el FlyBoard, la propulsión viene desde las botas, lo que da más permisividad para ejecutar trucos y moverse sin sufrir la retrofuerza y la pérdida del control sobre los movimientos a pesar del “cordón umbilical” que ata al piloto con el generador de energía para los propulsores.
Como también se ve, el piloto posee unos pequeños propulsores a los costados que, manipulándolos con sus manos, generan estabilidad y control sobre el no-vehículo. Según dicen en el vídeo, la curva de aprendizaje para montar el FlyBoard tiende a ser muy empinada, por lo que cualquier turista con un poco de tiempo lo puede llegar a dominar. Otra cosa, claro, es lograr hacer trucos. El precio está estipulado en 6.600 dólares, lo que son 4.900 euros, todo un lujo ya que viene con la fuente de poder (el jet sky). Si en cambio quieres la versión de menor fuerza que se nutre sola, la cuestión se pone en 900 euros. Muy caro. Por lo que para ser un Aquaman extremo (y por fin útil), tendrás que bucear un poco y hallar algunas perlas.