El mercado ya ofrece opciones que reemplazan al ratón con superficies inteligentes, como es el caso del Apple Magic Trackpad. También hemos visto alternativas basadas en gestos al estilo del Leap Motion, que no lograron la tracción esperada. Aún así, nada impide combinar ambas ideas en un intento por desarrollar algo mucho más intuitivo, sencillo y eficiente. Flow quiere ocupar ese lugar, y necesita la ayuda de los usuarios.
La semana pasada mi ratón experimentó una pequeña falla en la rueda del scroll. Afortunadamente no fue nada grave, y una sencilla limpieza la colocó a punto, pero esto sucedió a las tres de la mañana en plena sesión de trabajo, lo que equivale a una mini-catástrofe. La frase dice “en casa de herrero, cuchillo de palo”, y si bien estoy rodeado de ordenadores (y sus piezas), encontrar un ratón de reemplazo hubiera llevado más tiempo del que podía dedicar. Lo que quiero decir con esto es que la idea de reemplazar el ratón genera (por mi parte) una cierta resistencia. Toda compañía que defiende la interacción táctil y la detección de gestos intenta presentar a estas dos tecnologías con un alto perfil productivo, sin embargo, no estoy del todo convencido. Cada sistema portátil sobre el que he trabajado tenía un ratón tradicional a su lado, pero tampoco tengo la cabeza hecha de piedra. Si surge algo realmente bueno que fusione el tacto con los gestos, y que permita tanto producir como consumir, sin duda alguna tendrá mi atención.
Hoy es el turno del dispositivo Flow. Sus desarrolladores lo presentan como un “acceso directo programable”, aunque en realidad es mucho más que eso. Desde el control de canciones y la regulación del volumen hasta la rotación de piezas en CAD y el cambio de intensidad en los colores de Photoshop, Flow tiene el potencial de adaptarse casi a cualquier aplicación. Por un lado están su superficie táctil y la detección de gestos sencillos, pero también ofrece una rueda de aluminio que el usuario puede rotar y ajustar a voluntad. Su conectividad es a través de Bluetooth 4.1, tiene apenas siete centímetros de diámetro, es muy fácil de transportar, y su batería interna (reemplazable) dura unos impresionantes cuatro meses. El soporte inicial estará concentrado sobre sistemas Apple, pero ya se confirmó que Flow tendrá compatibilidad con iOS, Android, Windows y Linux en el futuro cercano.
Los creadores de Flow se han volcado a Indiegogo para obtener la suma de 50 mil dólares e iniciar las fases de certificación y producción. La campaña se extenderá hasta enero, y ya se encuentran muy cerca de alcanzar su meta. El precio actual para cada Flow es de 99 dólares, y hay que agregar diez dólares para envíos a Europa, o veinte al resto del globo. Por supuesto, será necesario esperar un buen rato: Si no hay ningún inconveniente en el camino, las primeras entregas se llevarán a cabo en junio de 2015.