Casi todos los diseños de motocicletas voladoras que observamos en el pasado apelaron a una estructura con dos motores, y una estética similar a la de una motocicleta tradicional. En cambio, el proyecto Flike se basa en un diseño con tres motores y hélices contra-rotatorias, lo que nos hace pensar en una especie de dron gigante que ofrece capacidad para un pasajero. El Flike ya cuenta con un prototipo, y realizó sus primeras pruebas de vuelo…
Resulta imposible olvidar la persecución que Luke y Leia protagonizaron a bordo de las famosas speeder bikes en los bosques de Endor. Una vez más, la ciencia ficción alimenta nuestros sueños más alocados, mientras que la vida real trata de aplicar paños fríos a semejantes delirios. Sin embargo, hay ocasiones en las que un paño frío no es suficiente. Por suerte, nunca falta ese proyecto que logra escapar del territorio gobernado por las fantasías futuristas, y busca traer su magia entre nosotros. Lamentablemente, el proceso no es sencillo. Es probable que nuestros lectores estén al tanto del accidente que sufrió el AeroMobile a comienzos de mayo, un evento que podría demorar durante décadas la aparición del coche volador. La motocicleta voladora se presenta como una alternativa directa, pero al igual que el coche volador, tiene un largo camino por delante.
Lo que nos reúne aquí hoy es el proyecto Flike, desarrollado por Bay Zoltan Nonprofit en Hungría. Más que motocicleta, tal vez sea correcto llamar al Flike «triciclo volador», debido a sus tres motores principales en configuración Y6, utilizando un sistema de hélices contra-rotatorias. Su fuente de energía es una serie de baterías LiPo con una autonomía de entre 15 y 20 minutos, o 30-40 minutos si el Flike entra en modo crucero. De acuerdo a la página oficial, el comportamiento en el aire del Flike se asemeja al de un helicóptero, al mismo tiempo que un ordenador integrado controla directamente aspectos que ayudan a incrementar su estabilidad.
Tal y como podemos observar en el segundo vídeo, la prueba de vuelo del Flike fue humilde, pero aún entre las motocicletas voladoras, ninguna de ellas logra resultados extraordinarios a la primera. En este punto, no nos sorprende que el proyecto Flike esté buscando inversionistas. Además de difícil, desarrollar un vehículo volador es extremadamente costoso. Los responsables de la Hoverbike debieron ingresar al mercado de los drones para obtener más fondos, e imagino que Flike podría hacer algo similar si el dinero no aparece. Será cuestión de esperar.