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Fizy: Buscador de MP3

Con el intento de bajar las redes P2P, han crecido notablemente las aplicaciones para "sólo escuchar" música en la web. Fizy se suma a este auge introduciendo un poderosísimo buscador de canciones y vídeos que está dando que hablar. Aquí no hay red social, páginas de usuario ni intercambio de ficheros. Apenas una barra de búsqueda y un botón, y léelo bien: miles de millones de canciones y vídeos a velocidad de clic.

Fizy es, como tantos, un buscador de música y vídeos. La diferencia sustancial que posee con respecto a todo lo que hayamos conocido antes es que, bueno, Fizy busca resultados entre la friolera de… 75 mil millones de ficheros de canciones, y 25 mil millones de vídeos. ¿Será?

Lo primero que notarán -es un poco imposible no hacerlo- es que Fizy a nivel visual es completamente intrascendente. Podemos aplicar adjetivos más esclarecedores si así lo desean (horrible, carente de gracia, poco inspirado), pero a fin de cuentas es un buscador, ¿qué es lo que estamos esperando realmente? ¿Luces flúo?

Funciona sin otro secreto que indicar nuestra búsqueda y pinchar sobre el botón. Accedemos a cualquier resultado de la lista, y se cargará el audio de la canción. Si el audio corresponde a algún vídeo, éste también se cargará en modo oculto y podremos verlo pinchando sobre la opción correspondiente.

Digamos que en cuanto al diseño los usuarios nunca se dejan llevar demasiado. Pues podemos estar frente a la aplicación literalmente más fea del mundo, pero si hace algo realmente útil por nosotros, es una cuestión olvidable. Y esto es lo rescatable de Fizy, ya que su insignificancia a nivel estético está fuertemente compensada por el tipo de resultados que ofrece: encontrarán casi cualquier canción y artista que estén buscando. Jethro Tull y Azúcar Moreno. Beethoven y el Chaqueño Palavecino. Sólo es cuestión de intentarlo.

Lo único adicional que podemos hacer una vez que encontramos resultados, es compartirlos. Fizy provee un link exclusivo para cada canción, y permite enviarlo a contactos a través del correo electrónico, e incluso conectando rápidamente con una gran cantidad de comunidades, en pocos segundos.

En tanto a nivel de servicio, cumple exactamente con el objetivo. He leído comentarios de usuarios protestando por la imposibilidad de hacer listas, agregar canciones favoritas, y algunas otras características que por lo que se ve, no han sido tenido en cuenta desde un principio por Robert Yaris, creador del buscador. ¿Realmente son indispensables? A veces algunos programas que se plantean un fin, carecen de ciertas opciones básicas que definitivamente son fundamentales para el concepto que intentan plantear con esa aplicación. Muy distinto es que de todo estemos esperando funciones de red social, cuando evidentemente no es el planteo que se ha hecho el creador al momento de lanzar Fizy, hace algunos meses. No conozco a nadie que esté insatisfecho porque Google no nos permite tener una página de usuario mostrando nuestras búsquedas favoritas o recomendadas, ni navegar las búsquedas de otras personas, después de todo sólo es un buscador.

En todo caso, queda esperar al futuro. Esta aplicación de origen turco, cuando nació en diciembre del año pasado, era un sitio más de búsqueda de canciones como tantos que conocemos. Unos meses después y gracias a la notable dedicación que han puesto en alimentar Fizy -que utiliza más de 50 apis para indexar una cantidad de ficheros casi monstruosa-, ha despertado el interés del mismísimo Google.

La verdad es que una barra de búsqueda y un botón no necesitan demasiada traducción, pero así todo Fizy tiene 39 versiones de idioma diferente y ninguna restricción de acceso, ni geográfica ni de pago. Por lo menos por ahora no podremos usar Fizy para crear listas ni descubrir artistas de la manera convencional, pero para encontrar canciones y reproducirlas rápidamente dicen, no tiene competencia. Además es compatible con aplicaciones para descargar contenidos multimedia, así que de uno u otro modo verán el lado útil de este buscador que está dando tanto para hablar en todo lo extenso de la red.

Escrito por Anabella Román

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