Llega un momento en que todo jinete de Guitar Hero, no importa la versión o la plataforma, comienza a aburrirse. Dominar las más complejas canciones en niveles extremos se vuelve una cosa de niños, y ni siquiera la intensidad natural del rock puede apaciguar a esa fiera interna. Bueno, parece que alguien ha logrado canalizar con mucha efectividad la energía de su bestia rockera. ¿Qué fue lo que usó? Algo de electrónica, una cantidad razonable de propano, y fuego. Mucho fuego.
¿Qué más se puede esperar de Guitar Hero de lo que ya se conoce? Nuevas bandas, modos especiales, contenido exclusivo… una y otra vez. ¿Se puede decir que la serie llegó a un punto de fatiga digital? Las ventas de la versión Warriors of Rock no fueron tan sólidas, ni tampoco sus críticas. Tres desarrolladores en los últimos cinco años. Diferentes estilos. Títulos dedicados a bandas exclusivas. El impresionante avance de la saga Rock Band entregando una experiencia más amplia… sí, tal vez llega un punto en el que tocar la guitarra se vuelve insuficiente. Pero la creatividad de un jugador puede llegar a ser algo impresionante, y si tiene los medios para materializar sus ideas, bueno, la cosa se sale de la escala…
Miren por ejemplo el trabajo hecho por Chris Marion en FireHero. Ciertamente no se trata de algo pequeño. Además de realizar unas cuantas modificaciones al sistema de control para el juego, el hecho de estar lidiando con solenoides conectados a una alimentación de gas propano (sí, ese que hace “¡kaboom!” si no se maneja con mucho cuidado) implica un nivel de precisión considerable. Y el resultado, algo maravilloso. Cada vez que se presiona una tecla en el control, las llamas salen disparadas hacia el cielo, un efecto que poco tiene que envidiarle al montaje en los escenarios de las grandes bandas en gira.
La velocidad de respuesta del sistema al elevar las llamas es excelente, pero todo parece indicar que Chris ya se encuentra trabajando en una versión 2.0 de su FireHero. Como mejoras se esperan llamas de diferentes colores, incorporar la función de la palanca para controlar la altura de las llamas, y la función de auto-juego para quienes desean simplemente observar el espectáculo flameante. De más está decirlo, necesitarás saber una cosa o dos sobre conexiones de gas antes de siquiera tratar de duplicar al FireHero. Se trata de algo extremo… aunque el rock no merece menos que eso.