Si las tendencias actuales se mantienen, en el año 2013 el navegador más emblemático del momento podría desbancar, a nivel mundial, al clásico de Microsoft. Las caídas sostenidas de este último, combinado con los ascensos del primero, hacen prever un tiempo máximo de 4 años para que se produzca el sorprendente acontecimiento. En Europa ya lo ha conseguido. A todo Goliat le llega su David.
A pesar de estar incluido en el sistema operativo más utilizado del mundo, Explorer no puede evitar sufrir una caída del 10 % anual en su cuota de mercado. A esto le añadimos la imparable subida de Firefox que incluso en algunos países (sobre todo de regímenes comunistas) se sitúa como claro vencedor de esta batalla de los navegadores. Haciendo los cálculos y si las tendencias se mantienen como ahora, en el plazo de 4 escasos años, el Firefox podría estar alzándose con la corona de ser el navegador más utilizado del mundo. Con el mérito adicional de ser una aplicación gratuita que ha alcanzado su popularidad por un diseño eficaz, potente y completo. Al navegador del zorro se le ha reconocido su excelente diseño, su calidad, su velocidad de proceso, y sus útiles extensiones. Aunque hay que admitir que también le ayuda cierta dosis de rebeldía anti-Microsoft que aglutina a su alrededor a todos aquellos que detestan las prácticas monopolistas del gigante informático, que ya ha sido multado varias veces por la Comisión Europea y no escarmienta. El mundo internauta conoce bien los desmanes de las compañías y no les perdonan. Posiblemente esto ha empujado a subir a Firefox, que ya cuenta con el 20 % de la cuota mundial, a la vez que condena al ostracismo a su acérrimo competidor.
En el revuelto mercado de los navegadores, existen otros que también le pueden hacer mucho daño a Explorer. El Chrome, diseñado por Google, se presenta como un durísimo rival para todos. Sus capacidades han quedado sobradamente demostradas en las pruebas objetivas que se le han realizado y que además goza de la simpatía general por haber sido lanzado por la compañía del buscador, antítesis de Microsoft en cuanto a su filosofía de negocio y su manera de comportarse empresarialmente. Los demás navegadores minoritarios también arañan algunos puntos de cuota a Explorer porque sus usuarios son muy fieles y no abandonan fácilmente a sus Opera o Safaris.
Según arrojan los datos de Asa Dotzler, en la actualidad la audiencia del navegador de la casa de Redmond se sitúa en torno al 67%, cifra preocupante comparada con el 90 % que tenía hace pocos años, cuando aún no había nacido Firefox. A este descenso hay que sumarle otro suceso que podría precipitar la caída del gigante azul: Europa dice que el Windows 7 no podrá integrar el Explorer y además, deberá permitir desinstalarlo completamente para que el usuario decida cual colocar, garantizando así la libre competencia e impidiendo que abuse de su posición dominante. Esto será la puntilla que rematará al navegador mas usado del momento y aupará a Firefox a la posición de privilegio. Estamos impacientes por ver que sucede en el 2013 pero creo que los autores del estudio no han contado con la capacidad de reacción de Microsoft (tampoco es que sea mucha).