Como si ya no tuviésemos suficientes promesas de coches voladores (¿alguien lleva la cuenta?), parece que habrá un nuevo competidor en este hasta ahora inexistente mercado. Se trata de la empresa Moller Internacional, “especialistas” en esto de prometer autos voladores. Ahora, dicen que las Ferraris volarán en dos años (los cerdos también, agregamos).
Moller Internacional es una empresa con una gran experiencia en esto de vender coches voladores. O, al menos, de anunciarlos. Creada en 1984 por ingeniero canadiense Paul Moller, esta empresa ha anunciado incontables veces el inminente lanzamiento de un coche volador que se venderá masivamente. En 1999, por ejemplo, aseguraba que al año siguiente pondrían a la venta el modelo el M400 Skycar, que seria su “obra maestra”. Capaz de volar a 560 kilómetros por hora, con despegue vertical y un habitáculo en el que podrían viajar cómodamente cuatro personas, iba a ser impulsado por cuatro turbinas. Ocho años más tarde, seguimos sin ver M400 Skycar volando sobre las ciudades.
Ahora Moller le ha dado una vuelta de tuerca a su plan de conquistar los cielos, y se ha puesto a trabajar en un modelito que se las trae. Su apariencia es la de una Ferrari 599 GTB (un juguete de más de 500 mil euros), que ha sido cuidadosamente copiada por su diseñador Bruce Calkins. Esta vez deberemos esperar dos años para verla volando (se ve que Moller está aprendiendo a estimar mejor sus plazos) y prometen que se desplazará a 75 millas por hora (unos 120 Km./h) en el aire y el doble en tierra. El coche volará gracias a un motor híbrido (gas y electricidad) de 800 caballos, capaz de impulsar las ocho turbinas que lo mantendrán en el aire. La altura máxima que alcanzará la Ferrari voladora es de unos 1800 metros.
Los diseñadores copiaron la silueta de la Ferrari por que “tenía, en general, el aspecto y la figura que estábamos buscando”. No sabemos que opinarán los abogados de Ferrari al respecto (nada bueno, seguro). No nos malinterpretes: a nosotros nos encantaría que éste proyecto se haga realidad, y poder pasear por el cielo a bordo de un coche así. De hecho, es algo con lo que soñamos desde que éramos niños. Pero, si somos realistas, los antecedentes de la empresa a cargo no nos permiten hacernos muchas ilusiones. Esperamos estar equivocados.
