Si hay algo que hemos aprendido sobre la creación de mapas (más allá de sus groseros errores de escala) es que sus desarrolladores suelen insertar calles ficticias o zonas falsas para ser utilizadas como «marcadores» en caso de que alguien robe su trabajo, pero Google Maps depende en buena parte de sus usuarios, y eso ha dado lugar a una serie de eventos bastante extraños, como un vecindario en San Francisco que apareció de la nada, una isla que pertenece a dos países, y la profundización de una disputa entre Nicaragua y Costa Rica que pudo haber terminado bastante mal…
La presencia de Google Maps entre nosotros es contundente. Su aplicación oficial está instalada en casi todos los dispositivos Android, millones de sitios dependen de su API, y es el primer recurso que cualquiera consulta cuando tiene dudas sobre una ubicación. Estos factores le dan a Google Maps un poder extraordinario, incluyendo la capacidad de transformar errores en verdades. Si no me crees, busca tu vecindario. Lo más probable es que encuentres algo que no está del todo bien. Una calle sin identificar, un nombre que no se usa desde hace años, o que simplemente fue inventado. Parece un detalle menor, pero existen casos mucho más extremos con falsos vecindarios y disputas fronterizas:
El reciente vídeo de Half as Interesting presenta a The East Cut, una zona en la ciudad de San Francisco a la que nadie había llamado con ese nombre antes. Básicamente, todo comenzó con un proyecto destinado a revalorizar la zona en cuestión, y una de las primeras decisiones que tomaron fue reemplazar al clásico Rincon Hill por The East Cut. Sin embargo, la campaña de marketing (que de acuerdo con The New York Times costó 68.000 dólares) recibió una ayuda extra, ya que uno de los miembros del comité trabajaba para Google, y lo único que debieron hacer fue pedirle al gigante de Mountain View que identifique a la zona con el nuevo nombre. De más está decirlo, los residentes odian a The East Cut, y uno de ellos dijo que «suena como un sandwich de 17 dólares».
Peor aún fue lo que sucedió en el año 2010 entre Nicaragua y Costa Rica. Ambos países mantienen una disputa fronteriza en las cercanías del Río San Juan. Un equipo militar de Nicaragua fue enviado a la zona para realizar tareas de dragado en el río, y en el proceso ingresó a la Isla Calero, que pertenece a Costa Rica. Al no contar con un ejército formal, la respuesta de Costa Rica fue trasladar unos 70 policías a la zona, y a su vez Nicaragua envió 50 solados más. Ahora, ¿por qué entraron las tropas nicaragüenses a la isla en primer lugar? El comandante de la operación Edén Pastora y algunos oficiales del gobierno aparentemente culparon a Google Maps por presentar información incorrecta sobre la frontera. Google no tardó mucho en corregir su información, pero el conflicto de fondo aún no está resuelto. Lección del día: No uses Google Maps para maniobras militares.