Es probable que nunca hayas escuchado hablar de este hombre que acaba de morir. Nos ocurre a menudo que solemos deslumbrarnos con bellezas artísticas o con genialidades científicas y nunca tomamos verdadera conciencia que detrás de cada trabajo hay un ser humano que vive, goza, sufre y como a todos nos ocurrirá algún día, muere. Este es el caso de Benoît Mandelbrot, un brillante matemático conocido por sus trabajos con los fractales, definidos con anterioridad por Gaston Julia, pero popularizados por Mandelbrot a quién se le atribuye el mérito de ser el primero en trabajar con ordenadores para estudiar la fractalidad. Dueño de una carrera profesional envidiable nos abandonó este sábado a los 85 años víctima de un cáncer de páncreas. El padre de la geometría fractal ha dejado este mundo pero su legado perdurará por siempre.
Benoit Mandelbrot, un matemático franco-estadounidense que exploró una nueva clase de formas matemáticas conocidas como "fractales", acaba de morir a los 85 años en Cambridge, Massachusetts (noreste de Estados Unidos), según informa este domingo The New York Times. Su esposa Aliette dijo al diario que Mandelbrot murió de cáncer de páncreas en una clínica. Su libro fundamental, "The Fractal Geometry of Nature" (La Geometría Fractal de la Naturaleza), publicado en 1982, sostiene que los objetos matemáticos irregulares que eran descartados como "patológicos", son en realidad un reflejo de la naturaleza. La geometría fractal que desarrolló se usaría para medir fenómenos naturales como nubes o costas. Mandelbrot "fue uno de los primeros que se dio cuenta de que éstos eran objetos legítimos de estudio", dijo a The New York Times, David Mumford, profesor de matemáticas de la Universidad Brown.
Mandelbrot había nacido en Varsovia, Polonia, un 20 de noviembre de 1924, pero vivió en Francia desde su infancia. Cuando su familia emigra a Francia en 1936 su tío Szolem Mandelbrot, profesor de matemáticas en el Collège de France, se hace cargo de su educación. Se doctoró en matemáticas en la Universidad de París en el año 1952. Posteriormente fue parte del MIT y luego del Instituto de Estudios Avanzados de Pricenton, donde fue el último estudiante de post-doctorado a cargo de John von Neumann. Después de diversas estancias en Ginebra y París acabó trabajando en IBM Research. Fue profesor de economía en la Universidad Harvard, de ingeniería en Yale, de fisiología en el Colegio Albert Einstein de Medicina, y de matemáticas en París y Ginebra. Desde 1958 trabajó en IBM en el Centro de Investigaciones Thomas B. Watson en Nueva York.
En un libro seminal, "La Geometría Fractal de la Naturaleza", publicado en 1982, el Dr. Mandelbrot defendió ciertos objetos matemáticos donde hablaba de lo que otros habían descartado como "monstruoso" y "patológico". Gracias al uso de la geometría fractal, argumentó, la complejidad de los contornos de las nubes y costas, alguna vez considerados inconmensurables, ahora podrían "ser abordados de manera cuantitativa, rigurosa y enérgica". Además, para la mayoría de sus colegas, tenía fama de poseer una extraña capacidad de creación dentro del campo de la matemática. El Dr. Mandelbrot comenzó sus trabajos de investigación en los fractales cuando un joven investigador le hizo una sencilla pregunta: “¿cuánto mide la costa de Gran Bretaña?”. La respuesta lo sorprendió al descubrir, que depende de qué tan cerca se pueda mirar o ver. En un mapa la costa de la isla puede parecer suave, pero al acercar la mirara se revelarán bordes dentados que se suman a una costa más larga. Ampliando la escala, cada detalle vuelven aún más gigantes las dimensiones de la costa.
Durante casi siete décadas, en colaboración con decenas de científicos, el Dr. Mandelbrot contribuyó en los campos de la geología, la medicina, la cosmología y la ingeniería. Él utilizó la geometría de fractales para explicar cómo las galaxias se agrupan, cómo los precios del trigo cambian con el tiempo y cómo los cerebros de los mamíferos se apretan y arrugan medida que crecen, entre otros fenómenos. Su influencia se ha sentido también en el campo de la geometría, donde fue uno de los primeros en utilizar gráficos por ordenador para estudiar los objetos matemáticos como el conjunto de Mandelbrot, que fueron así nombrados en su honor. "Decidí entrar en ámbitos en los que los demás matemáticos no irían", dijo el doctor Mandelbrot. "He jugado un papel extraño que ninguno de mis alumnos se atreven a tomar y continuar"
Cuando se le preguntó sobre mirar hacia atrás en su carrera, el Dr. Mandelbrot comparó su propia trayectoria con los esbozos de las nubes y las costas. Fenómenos que lo llevaron al estudio de los fractales en la década de 1950. "Si se toma el principio y el fin, he tenido una carrera convencional", dijo refiriéndose a sus citas prestigiosas de París y en Yale. "Pero no era una línea recta entre el comienzo y el fin. Era una línea muy torcida."