Las redes sociales nos han dado muchos beneficios, aunque también tienen su cuota de efectos secundarios. Desde falsas muertes de famosos hasta rumores sin sentido, este “material” se esparce a través de la Web a una velocidad impresionante, más allá de si tiene alguna posibilidad de ser legítimo o no. El último ejemplo nos lleva a una “Notificación de Copyright” que miles de usuarios de Facebook han estado pegando en sus muros durante los últimos días, que básicamente le prohíbe a la red social utilizar el contenido que generan con objetivos comerciales sin previa autorización escrita. Bien, hay una pequeña mala noticia: Esa declaración es completamente inválida, y Facebook puede hacer casi lo que quiera.
Ya es una costumbre. No pasa una semana sin que reciba una cadena que habla de comida para bebés contaminada con vidrio, o que advierte que Facebook dejará de ser gratuito. Viejas cadenas hablaban del “cierre del MSN”, aunque tampoco es que cierra técnicamente, sino que pasará a ser absorbido por Skype. Y lo más sorprendente es que verificar esta “información” apenas requiere de una búsqueda o dos en Google, pero la gente sigue pegando esas cosas en sus muros de Facebook como si fueran paladines que deben “liberar” al resto de los horrores de una u otra empresa. La última “expresión” en Facebook llega a través de una “Notificación de Copyright” que se esparció en la red social como si fuera un virus. A continuación, una versión traducida de dicha “notificación”:
Por dónde empezar… En primer lugar, es verdad que Facebook cotiza en bolsa, pero lo hace a través de acciones, y no de la información de los usuarios. En segundo lugar, la traducción debería referirse a la “Convención de Berna” y no “Berner”, un pequeño detalle que haría caer a pedazos cualquier litigio. En tercer lugar, la Convención de Berna por sí sola no contempla a Internet o a la tecnología de información en general, por lo que en este caso, de tener alguna validez legal, debería ser invocado el Tratado de Copyright de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, firmado en 1996. Cuarto, menciona referencias al Código Comercial Uniforme, que no tiene relevancia alguna sobre la privacidad en la Web (sin mencionar que se aplica en los Estados Unidos).
Y en quinto y último lugar, para ir cerrando este capítulo cómico: Cada usuario que está en Facebook aceptó los términos y condiciones de la red social, por lo tanto, automáticamente le está dando permiso a Facebook para usar dicha propiedad intelectual a nivel global sin obligación de aviso y/o compensación. En consecuencia, ese previo acuerdo se antepone a cualquier “protesta seudolegal” que miles han estado publicando en sus muros recientemente. Facebook hace público el material que el usuario decide que debe ser público (y si el usuario no sabe hacerlo, o si el proceso es complejo, esa es otra historia). En otras palabras, si un usuario no quiere que Facebook use algo de su cuenta, debe borrarlo. Y si tampoco está de acuerdo con eso, debe cerrar su cuenta de Facebook. Tienen opciones, pero andar pegando esa triste declaración definitivamente no es una de ellas. Y si observas que alguno de tus contactos sigue compartiendo eso, ya sabes qué decirle.