La red social más grande del mundo es una de las principales vías de comunicación en la Web, pero también es una plataforma de entretenimiento para millones de usuarios. Sus juegos casuales van desde lo adictivo hasta lo irritante, en especial cuando comienza el bombardeo de solicitudes. Después de pasar algunos meses en beta, Facebook dio luz verde y liberó a Gameroom, una especie de pseudo-Steam cuyo objetivo es llevar parte de sus juegos a sistemas de escritorio.
Steam se encuentra en una posición que por el momento es básicamente imposible de asaltar. Admito que todavía posee muchos bordes filosos, entre los que se destacan el pobre rendimiento del cliente oficial y la calamidad del Early Access, pero quien desee comprar un juego de forma rápida y sencilla, Steam es la primera opción. ¿Cómo se compite contra eso? Bueno, tal vez la palabra no sea «competir», sin embargo, nada impide adoptar un modelo similar con otra clase de contenido. Eso nos lleva a Facebook y sus juegos en línea. El perfil casual de dichos juegos es innegable, y no resulta difícil visualizar a millones de personas jugando unos pocos minutos al día. Ahora, pensemos en un entorno dedicado para todos esos juegos que habitan la red social. Ese entorno, es Gameroom.
La página oficial nos da un botón de descarga que en realidad no entrega al cliente completo, sino un simple lanzador, el cual se encarga de obtener los archivos necesarios. Aunque nunca voy a terminar de entender este constante rechazo a los «instaladores offline» por parte de ciertas compañías, es sólo un detalle menor. Una vez instalado, Gameroom obviamente solicita una cuenta de Facebook (nueva o existente), y en pocos segundos aparecen los títulos disponibles. Algunos juegos son bastante pequeños y se ejecutan de inmediato, pero otros quedan cerca de alcanzar el límite máximo permitido en Gameroom, que es de 200 megabytes. Los desarrolladores tienen varios recursos a su disposición para trasladar sus proyectos de Unity a Facebook Gameroom, y el año que viene, la versión 5.6 del motor habilitará la exportación directa.
¿Qué podemos decir sobre la experiencia? Una palabra: Pobre. Gameroom podrá moverse como un entorno independiente, pero en el fondo sigue siendo Facebook, y los juegos solicitan toda clase de datos relacionados al perfil. Si eso parece poco, el acceso a los juegos depende de la plataforma de aplicaciones, y si el usuario decidió deshabilitarla… no hay Gameroom. Finalmente, varios juegos se negaron a funcionar, lo que deja en claro que los desarrolladores tienen tarea por delante. Paciencia.