Un grupo de líquenes originarios de España fueron enviados al espacio en septiembre, a bordo del satélite FOTON-M3 de la Agencia espacia Europea. A su regreso, se puedo comprobar que no solo habían sobrevivido a su viaje, sino que una de las especies en cuestión había mejorado su tasa fotosintética de manera notable.
Un líquen es un organismo complejo, ya que en realidad no se trata de una sola entidad, sino de dos viviendo en perfecta simbiosis. Efectivamente, un liquen es una especie de “sociedad” establecida entre un hongo y un alga, cada uno de los cuales aporta su granito de arena a la supervivencia del conjunto.
Hace unas semanas, y para probar su resistencia a las duras condiciones del espacio exterior, una serie de líquenes fueron enviados al espacio. Se recogieron especímenes de varios tipos, entre ellos ejemplares pertenecientes a los líquenes “Rhizocarpon geograhicum” de la Sierra de Gredos, “Xanthoria elegans” de Sierra Nevada y “Aspicilia fruticulosa” en Guadalajara.
Todos fueron puestos a bordo de la plataforma Biopan6, que junto a otros experimentos se colocó en el satélite FOTON-M3 de la Agencia Espacial Europea. El satélite abandono la Tierra el pasado 14 de septiembre, desde el mítico cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán. Tal como lo ha explicado Rosa de la Torre, del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) e investigadora principal del proyecto, “Lithopanspermia” es un experimento español que tiene como objetivo conocer los límites de supervivencia de ciertos organismos durante un viaje interplanetario.
Una vez en el espacio, el satélite orbitó la Tierra a una altura de unos 300 kilómetros de altura durante doce días. Durante este tiempo se expuso a los líquenes a las condiciones extremas del espacio: radiación, vacío, y grandes fluctuaciones de temperatura y microgravedad. El aterrizaje del FOTON-M3 en las estepas del Kazajstán transcurrió sin sobresaltos, y los experimentos que contenía fueron devueltos a los científicos. La animación siguiente muestra la trayectoria del FOTON-M3.
Los resultados no pudieron ser más prometedores. Los líquenes enviados al espacio no solo sobrevivieron perfectamente, sino que la recuperación de su actividad biológica una vez devueltos a la Tierra ha sido “sorprendente”. En el caso de la variedad “Aspicilia fruticulosa”, mostró tasas fotosintéticas incluso superiores a las que poseía antes de su viaje espacial. Las otras especies tierra mostraron valores semejantes a los previos al vuelo y a los de las muestras de control de la Tierra tan solo 72 horas después del aterrizaje.
De la Torre señala que estos resultados pueden aportar nuevos datos a la teoría de la “Panspermia”, que propone que los organismos vivos pueden distribuirse por el universo a bordo de meteoritos. Este justamente era uno de los objetivos del experimento: comprobar los límites de la supervivencia de varios organismos (bacterias y líquenes) durante un viaje interplanetario. Por eso, a bordo del Biopan6 se han simulado las condiciones reinantes en un meteorito viajando a través del espacio, en el que la vida podría haber viajado desde la Tierra a otro planeta o viceversa.
Los resultados de este proyecto fueron posibles gracias a la colaboración de científicos del INTA y del CSIC, de las universidades de Lérida, Complutense de Madrid, la alemana de Düsseldorf, la británica Open y del Instituto de Medicina Aeroespacial Alemán. El Ministerio de Educación y Ciencia proporciono apoyo económico.
Lejos de dormirse en los laureles, los científicos ya han preparado otro experimento con líquenes y hongos, al que han denominado “Life”. Este viajará al espacio a bordo del laboratorio científico europeo Columbus, que está previsto despegue a bordo del transbordador Atlantis el próximo 2 de enero desde el Centro Espacial Kennedy, en EE.UU.
Los “Rhizocarpon” y “Xanthoria” que forman parte de “Life” permanecerán alrededor de dos años sobre la plataforma “Expose”, junto a microhongos antárticos y cianobacterias, para estudiar sus cambios fisiológicos y moleculares. Dos astronautas se encargarán de salir de la estación espacial y fijar en el exterior de la nave una caja dividida en dos compartimentos, uno con vacío espacial y otro simulando la atmósfera marciana.
es muy ionteresante ya que este procedimiento podria ayudarnos con la generacion de vida en marte, la creacion de oxigeno y muchas cosas mas es verdaderamente impresionante