Océanos calientes, una impresionante actividad volcánica, la atmósfera saturada de dióxido de carbono, y Pangea convertido en un desierto gigante. El mundo prehistórico no hubiera sido nada amigable para el ser humano, pero como dice el doctor Malcolm, la vida encuentra una manera, y así lo hizo en aquel entonces… aún bajo una lluvia que se extendió en promedio por dos millones de años. Los expertos llaman al incidente «Evento Pluvial del Carniense», sucedió unos 234 millones de años atrás, y disparó el surgimiento de los dinosaurios como se los conoce hoy.
Nuestra historia comienza en el período Triásico, una fracción de la era Mesozoica que comenzó hace 252 millones de años, y terminó unos 50 millones de años más tarde. El mundo era cálido y seco, a un punto tal que sus efectos pueden ser apreciados en los estratos de color rojo. Técnicamente los dinosaurios ya existían, pero aún estaban muy lejos de convertirse en una fuerza dominante, y debían competir con otros reptiles además de algunos mamiferoides, entre los que se destacan los primeros crurotarsos (carnívoros), los rincosaurios (hervíboros, fáciles de reconocer gracias a su llamativo pico), y los dicinodontes, con géneros extremadamente abundantes. Pero entre las marcas rojas del Triásico, los expertos encontraron evidencia de cantos rodados, sedimentos de lagos gigantes, y pantanos, señales que sugieren precipitaciones enormes, no sólo en tamaño, sino también en tiempo… dos millones de años, para ser más precisos.
El Evento Pluvial del Carniense
Durante los siguientes años (el primer estudio se publicó en 1989), nuevos descubrimientos confirmaron al evento, ocurrido entre 234 y 232 millones de años atrás. Finalmente, fue identificado como el Evento Pluvial del Carniense, en referencia a la edad Carniense (235-228 Ma) sobre la que ocurrió. ¿De cuánta lluvia estamos hablando? Los datos sugieren un promedio anual de 1.400 milímetros (tres veces la precipitación media de Madrid)… repitiéndose una y otra vez, en todo el planeta, por dos millones de años. En otras palabras, el Evento Pluvial del Carniense no estuvo formado por una hipertormenta global, sino que fue una serie frecuente de lluvias e inundaciones. Y a partir de ese punto, la presencia de los dinosaurios explotó. Al principio del Evento Pluvial, sus fósiles representaban el 5 por ciento de los vertebrados terrestres. Cuando terminó, el porcentaje pasó a superar el 90 por ciento. ¿Por qué? Aún no lo sabemos con certeza, pero la hipótesis más fuerte no apunta al agua, sino a lo que trajo: Vegetación gigantesca y abundante.
Rincosaurios y dicinodontes no lograron aprovechar del todo a esta nueva fuente de alimento, mientras que los coprolitos de algunos dinosaurios herbívoros revelan hasta un 85 por ciento de fibra (en otras palabras, comían madera y hojas). Ahora, la pregunta de los dos millones: ¿Por qué empezó a llover? Masiva actividad volcánica (que duró cinco millones de años), sumada a la constante emisión de dióxido de carbono, el aumento de la temperatura (entre 3 y 10 grados Celsius), y la posterior aceleración del ciclo hidrológico. La atmósfera se volvió tan cálida y húmeda que la lluvia tocó cada rincón de Pangea. Con el paso del tiempo, el mundo volvió a absorber el exceso de CO2, y el Evento Pluvial del Carniense terminó, dando lugar a la «era de los dinosaurios».