Gracias al descubrimiento de un grupo de científicos españoles, se puede decir que la “madre” de los Neandertales era más joven que la equivalente en humanos modernos. Se ha analizado el genoma completo de 5 especimenes y los hallazgos no dejan lugar a dudas: la Eva mitocondrial de los Neandertales vivió hace 110.000 años. Además, no hubo mezcla entre razas. Un paso más para saber lo que necesitamos sobre nuestros antepasados y como evolucionaron las especies hasta hoy.
La “abuela” de los Neandertales, a pesar de tener 110.000 años, se encuentra en muy buen estado, al menos a ojos de la ciencia y desde un punto de vista metafórico. Gracias al trabajo de Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con el instituto Max Planck alemán y la Universidad de Oviedo, se ha recuperado el genoma completo del ADN mitocondrial de 5 neandertales, según publica esta semana la revista Science. Tenemos que recordar que el genoma mitocondrial es el ADN que se halla en el interior de las mitocondrias y que tiene la particularidad de transmitirse únicamente por línea materna. Si analizamos esta información podemos hallar el ancestro común de una especie: la denominada “Eva mitocondrial”. Y eso es lo que han hecho los científicos, que a diferencia de otros estudios donde apenas habían conseguido 300 o 400 pares de bases, en esta ocasión han contado con 16.500 pares de bases, cantidad nunca antes lograda por nadie.
Los cinco individuos analizados pertenecen uno al yacimiento de El Sidrón, otro al yacimiento de Vindija (Croacia), dos al de Feldhofer (Alemania) y uno a Mezmaiskaya (Rusia). Los análisis han demostrado que la Eva Mitocondrial de los Neandertales es mucho más joven que los humanos modernos, que se datan en 150.000 años.
Además del sorprendente hecho de que los Homo Sapiens sea mas antiguos que los Neandertales, los estudios muestran también que existía una variabilidad genética ínfima comparado con los humanos modernos. Esto indicaría que las poblaciones de esta especie debían ser muy reducidas tanto en número como en expansión demográfica. Se estima que, tras la última glaciación que asoló el planeta, apenas quedaron 3.500 hembras neandertales, lo que supondría que toda la especie no superaba los 7.000 miembros.
El Homo Sapiens llegó desde África, constituyendo grupos bastante más numerosos y mejor relacionados, que se adaptaron más eficazmente a las duras condiciones de vida. Seguramente una de las causas de la extinción de los Neandertales fue ese propio aislamiento y nula diversidad genética lo que hizo que perdieran competitividad evolutiva y desaparecieran hace 25.000. Este estudio aleja también la posibilidad de cruces entre las razas y demuestra que no hubo mezcla entre una especie y otra.
Esta investigación ha sido llevada a cabo con una nueva técnica conocida como ultrasecuenciación masiva (PEC), que ha facilitado el estudio selectivo del genoma mitocondrial y ha reducido su coste. Permite seleccionar las regiones del cromosoma mitocondrial antes de secuenciarlo, de forma que el resultado se obtiene más rápidamente y, además, resulta más barato. La mayor parte de este trabajo se ha realizado en el Instituto Max Planck de Alemania, bajo la dirección de Adrian W. Briggs. Por cada un neandertal generaron entre 170.300 y 521.000 secuencias. Aparte de este nuevo método, ha resultado un factor importante el contar con muestras poco contaminadas de ADN, destacando el obtenido en el fémur encontrado en las cuevas del Sidrón (Asturias), que apenas contenía un 0.27 % de contaminación.