Richard Greenberg, un científico de la Universidad de Arizona, ha determinado que Europa, una de las lunas de Júpiter, tiene la suficiente cantidad de agua rica en oxígeno como para soportar no sólo organismos simples, sino también formas más complejas. El estudio del hielo superficial de Europa, y la forma en que se repone, ha permitido estimar que el oxígeno llega a los océanos subterráneos y es “suficiente para alimentar a una macrofauna de animales.”
A pesar de la distancia que la separa del Sol y de la Tierra, y de los esfuerzos puestos en conquistar el planeta Marte, es muy posible que sea Europa -una de las lunas de Júpiter- el cuerpo celeste más propicio para ser colonizado por los humanos. En 1995, el Telescopio Espacial Hubble había descubierto claros indicios de que Europa podría contener cantidades no determinadas de oxígeno. Casi 15 años más tarde, luego de sopesar concienzudamente los datos disponibles, los científicos se animan a lanzar una hipótesis muy interesante: en Europa habría oxígeno en cantidad suficiente para sustentar la vida tal como la conocemos. De estar en lo cierto, de todos los planetas y lunas del Sistema Solar, Europa sería el que posee la suficiente cantidad de agua y oxigeno como para sustentar formas de vida complejas.
Europa siempre ha sido considerado uno de los satélites más interesantes del Sistema Solar. Su superficie está cubierta por una capa de hielo de agua y agua líquida de unos 100 kilómetros de espesor. A pesar de que es más pequeña que la Tierra (tiene el tamaño aproximado de la Luna), Europa contiene el doble de la cantidad de agua que se puede encontrar en nuestro planeta contando océanos, glaciares, lagos, ríos y lagunas. Esto, por sí solo, no quiere decir que contenga vida. Pero está claro que si bajo de las capas de hielo Europa posee un océano de agua líquida, al que llega la cantidad suficiente de oxigeno, podría ser el lugar adecuado para comenzar a buscarla.
El que ha puesto a Europa nuevamente sobre el tapete es Richard Greenberg, de la Universidad de Arizona. El estudio que ha realizado le ha permitido estimar que el vasto océano que cubre a Europa “podría concentrar más oxígeno que nuestros océanos”. Concentraciones semejantes serían -sin lugar a dudas- suficientes para suportar la existencia no solo de microorganismos sino de animales más grandes. Greenberg se está preparando para presentar su estudio en la próxima reunión de la Sociedad Astronómica Norteamericana, a realizarse próximamente en Puerto Rico.
Si tenemos en cuenta que en la Tierra hemos encontrado organismos complejos viviendo el lugares con temperaturas o presiones absolutamente disparatadas, alimentándose de sulfuros o respirando (o metabolizando) el metano que pueden capturar alrededor de los pequeños volcanes y las aguas termales en el fondo de los océanos, no es tan descabellado pensar que Europa podría contener seres así. Una de las cosas que más llamó la atención de Greenberg fue que el hielo que cubre el satélite joviano no posee prácticamente huellas de haber sido impactado por asteroides. Obviamente, al igual que todos los cuerpos celestes del Sistema Solar, Europa debe recibir periódicamente impactos de todo tipo. La ausencia casi total de cráteres o marcas le permitió calcular que la capa de hielo que cubre sus océanos “es muy fina y se regenera de forma permanente y rápida”. Y si es delgada, entonces el oxigeno puede atravesarla e ir a parar al agua liquida que está debajo. Como sea, parece que la NASA debería ir preparando de forma urgente una misión destinada a visitar Europa. Quien sabe, quizás nuestros “primos” estén viviendo allí.