Por fin un gramo de cordura en las instituciones oficiales. La comisión Europea se opone frontalmente al ACTA, el acuerdo al que están tratando de llegar algunos gobiernos y la industria audiovisual para adoptar medidas extremas contra la piratería. Llevan algún tiempo medrando en la sombra, con premeditación y alevosía, pero los comisarios del viejo continente han decidido parar esta locura en que se estaba convirtiendo el ACTA, un extracto de leyes que intentaban coartar una serie de derechos fundamentales en pro de garantizar los derechos de autor.
El ACTA se define como una serie de normas que un montón de países (EEUU entre ellos) están tratando de diseñar y aprobar legalmente para que los derechos de propiedad intelectual prevalezcan por encima de algunos derechos fundamentales de los ciudadanos de todo el mundo. El pacto se llevaba en secreto para poder diseñar leyes tan duras contra los usuarios que necesitaban realizar las reuniones sin publicidad para que nadie diera la alarma sobre la barbarie legal que estaban acometiendo. Su intención era construir el ACTA y, rápidamente, aprobarlo como tratado internacional sin dar tiempo a la opinión pública a analizar los efectos que tendría dicho pacto sobre los consumidores. Entre otras lindezas, proponen extender el sistema de patentes americano al resto del mundo e imponer las patentes de software.
El parlamento europeo se ha espantado ante la batería de leyes antidemocráticas que se estaban cociendo en el ACTA y han rechazado de plano estas prácticas tan dañinas para el usuario. Ya hubo filtraciones sobre los avances que estaban sucediéndose en las normas diseñadas por los miembros que componen el oscuro pacto. Se desveló que tratan de imponer controles draconianos para que las ISP controlen a los usuarios y, además, prevén la creación de una policía del copyright para que se encargue de vigilar y atropellar los derechos de los ciudadanos que se atrevan a descargar algo de Internet. Europa ha reaccionado gracias al movimiento de internautas que han puesto el grito en el cielo y se han preocupado de informar a los comisarios para que sepan lo descontenta que está la población. Con la Declaración 12/2010, el Parlamento Europeo en su conjunto adopta una firme posición en contra del procedimiento antidemocrático del Tratado Comercial Anti-Falsificación (ACTA), y su contenido dañino para las libertades fundamentales y el ecosistema de Internet.
Gracias a este escrito, la posición de Europa ha quedado muy clara. Se inclinan del lado de los ciudadanos y han una muestra clara de que no van a permitir que se perpetren inventos tan peligrosos para la democracia como este infame ACTA. "La Declaración Escrita 12 es una contundente señal política del Parlamento Europeo a la Comisión de que el ACTA no es tolerable como forma de esquivar los procesos democráticos. La legislación relativa a Internet, la libertad de expresión y la privacidad no puede ser negociada en secreto bajo la influencia directa de los grupos de presión de la industria del entretenimiento." declara Jérémie Zimmermann, portavoz del grupo de defensa de los ciudadanos La Quadrature du Net. Los impulsores del ACTA no se darán por vencidos tan fácilmente. Europa tiene que mantenerse firme y seguir oponiéndose a esta tropelía. Es la última esperanza de los ciudadanos. Gracias, Europa.