Los superordenadores son los centros de cálculo de la ciencia, pero mientras que logran resultados increíbles en su capacidad de operaciones por segundo, la energía que requieren es considerable. Para solucionar esto, un grupo de científicos europeos de la firma Mont-Blanc está trabajando en un superordenador basado en procesadores de smartphone. Sí, un ejército de procesadores ARM trabajando conjuntamente.
Guardados con celo en gigantescos edificios, los monstruos de la computación a gran escala le dan vida a los estudios científicos más importantes, realizando cálculos que los ordenadores convencionales no podrían hacer ni soñando. En alguna edición anterior hemos hecho una lista de los superordenadores más poderosos, introduciendo regularmente a los nuevos y a los que hacen mejoras que los hacen subir puestos en el ranking para intentar alcanzar a la maravilla china Tianhe-2, con 3.1 millones de núcleos Intel Xeon. Con este panorama de alta competencia e innovación tecnológica, un consorcio europeo conocido como Mont-Blanc quiere construir lo que ellos consideran un modelo alternativo a los superordenadores conocidos, pues su proyecto propone fabricar un superordenador en base a procesadores de smartphone.
El razonamiento detrás del proyecto es que debido a que los núcleos ARM están diseñados para funcionar con baterías pequeñas de teléfonos inteligentes y tabletas, un superordenador construido en base a ellos podría dar más velocidad demandando menor energía que los actuales. Estas nuevas máquinas se construirían en torno a procesadores exascale, que son procesadores de la firma Mont-Blanc que pueden llevar a cabo más de 1018 operaciones por segundo.
Los prototipos actuales están integrados por un procesador Samsung Exynos 5 Dual SoC, 4 GB de memoria DDR3-1600 DRAM, una ranura microSD para el almacenamiento local y un 1 GbE NIC, todo en una tarjeta de 85x56mm. Estos nuevos procesadores no sólo van a ofrecer un mayor rendimiento -unas nueve órdenes de magnitud más rápido que el procesador de escritorio o portátil existente- sino que también consumirán menos energía. Según uno de los responsables, los procesadores que el proyecto Mont-Blanc está utilizando van a consumir entre 15 y 30 veces menos energía que la utilizada por los sistemas actuales.
Desde octubre de 2011, el objetivo del proyecto europeo llamado Mont-Blanc ha sido el diseño de un nuevo tipo de arquitectura de ordenadores construidos a partir de las soluciones eficientes de energía utilizadas en los dispositivos móviles. Este proyecto está coordinado por el Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC) y tiene un presupuesto de más de 14 millones, incluyendo más de 8 millones de euros financiados por la Comisión Europea. Dos años después, la Comisión Europea concedió 8.000.000 euros de fondos adicionales para extender las actividades del proyecto Mont-Blanc hasta septiembre de 2016. Esta extensión de tres años permitirá un mayor desarrollo del modelo de programación paralela OmpSs para explotar de forma automática varios nodos del clúster, poniendo como objetivo la alta tolerancia a fallos y el soporte para procesadores ARMv8 de 64 bits y el diseño inicial de la arquitectura Mont-Blanc Exascale. Como indican en el artículo fuente, el proyecto reúne a los principales investigadores de España, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania con el objetivo de fabricar los superordenadores que podrían revolucionar la forma en la que trabajamos.